Traductor/Translator

lunes, 20 de octubre de 2014

Guia Salamanca. Que ver.


Los visitantes que se acercan hasta Salamanca, desearían tener más tiempo para conocer esta hermosa ciudad monumental en profundidad. Pero, por regla general, disponen de un fin de semana o incluso, a veces, de solo unas horas para verla. 

Os presento una ruta completa y rápida para conocer la ciudad de Salamanca en un día. Teniendo en cuenta que la ciudad dispone de más de 600 monumentos declarados, aprovecharemos al máximo el recorrido más corto posible para visitar los monumentos imprescindibles.  

1. Planificando el viaje.
Cuando disponemos de tan poco tiempo, la planificación de la visita es un punto que debemos tener en cuenta. De esta forma andaremos más cómodos y tranquilos sabiendo que llevamos una ruta optimizada y organizada.

 Antes de llegar, tenemos que tener decididas varias cosas, como por ejemplo:

- El lugar más adecuado para estacionar el coche. 
- El itinerario a seguir para ver, sin rodeos, los monumentos más destacados. 
- Conocer un poco de historia, detalles y anécdotas para ambientarnos mejor.
- Visitas imperdibles donde debemos emplear más de nuestro precioso tiempo.
- Zona o lugar para comer o tomar una buena caña con su inseparable tapa típica.

Esta planificación es tan importante como el neceser del baño a la hora de hacer la maleta. No os podéis hacer una idea del tiempo que nos podemos ahorrar y las grandes expectativas que adquiere nuestro viaje, "googleando" con el ordenador lo más interesante, "ruteando" las calles o leyendo foros de viajeros para conocer, por ejemplo, un buen restaurante para comer platos típicos o hechos que ocurrieron por los puntos donde paseamos. Curiosamente, hay gente que se lo pasa mejor preparando el viaje que incluso haciéndolo.

Me he permitido el lujo de confeccionar esta ruta y ahorraros un poco de trabajo en la planificación, espero que sea de vuestro gusto.

Se pueden hacer multitud itinerarios para conocer la ciudad, pero a fin de optimizar mejor el tiempo y como guía de visita en un solo día, os sugiero que esta ruta la comencemos desde la ribera del Tormes.

Se trata de un itinerario cíclico con inicio y final en el veterano puente romano. El antiguo verraco de piedra, situado sobre un pedestal junto a la entrada del puente, nos puede servir como punto de encuentro para los integrantes de la visita.


2. Aparcar el dichoso coche.
Junto al puente romano, en la confluencia de las calles San Gregorio, Ribera del Puente, Paseo Rector Esperabé y Plaza de la iglesia de Santiago, hay sitios idóneos para aparcar gratuitamente fuera de la zona azul, y encontraremos fácilmente sitios libres (sobre todo si lo hacemos a primera hora). Ojo al Radar. Cuando deambulemos por esta zona tener cuidado, estas calles están controladas por un radar que nos retratará si superamos la velocidad de 30 km/h.


Si esta zona de la Puerta del Río esta totalmente ocupada, tendremos más opciones de aparcar junto al arroyo del Zurguén, un poco más alejados del inicio de la ruta, en los alrededores del puente Sánchez Fabrés, bajo el cual existen aparcamientos especiales para autocaravanas. También junto a la rotonda exterior de acceso a este puente hay amplios aparcamientos de vehículos y autocares, como podemos observar en la fotografía siguiente.


Para iniciar nuestra ruta, no hay mejor forma que realizarla desde el Tormes, el lugar donde todo comenzó. De la misma forma que lo hizo el futuro emperador Trajano al entrar en la ciudad sobre el puente que construyó hace 2000 años su predecesor Vespasiano; por lugares donde el Lazarillo de Tormes acompañaba a su ciego o jardines que rondaba Fernando de Rojas preparando escenarios para escribir su afamada Celestina.

Tras aparcar el vehículo y antes de adentraros en la ciudad, en esta zona se pueden hacer varias cosas: 

- Admirar la robustez de una construcción romana de 20 siglos.

- Apreciar el valor del milenario verraco de piedra. Escultura en granito con forma de toro, esculpida en el siglo V a.c. por los vetones, una pueblo celtíbero que ocupó los márgenes del Duero y el Tajo antes de la invasión romana. Se cree que estos toros de piedra servían de protección a sus aldeas y ganados.

- Recordar las andaduras del Lazarillo junto al ciego descubriendo la escultura en bronce realizado por Agustín Casillas.

- Imaginar los ataques invasores sobre las antiguas murallas que junto con la Peña Celestina defendían la ciudad.

- Valorar las vidrieras de la Casa Lis, un palacete de estilo modernista construido sobre la muralla y que actualmente es museo de arte moderno y sala de exposiciones.

3. Puerta del Río.
Para entrar en la Salamanca intramuros, cruzamos el Paseo Rector Esperabé y nos encontramos con la Puerta del Río, característica por el crucero de granito que corona la rampa de acceso al Arco de Aníbal, hoy desaparecido, por donde el joven capitán cartaginés entró victorioso en la ciudad hace 2200 años.

Desde este lugar empiezan a asomarse las catedrales como si quisieran darnos la bienvenida antes de llegar a ellas.

Subiremos por la calle Tentenecio. Bautizada por San Juan de Sahagún (patrón de la ciudad) cuando ante la inminente embestida de un toro que había escapado le gritó «¡Tente, necio!» y el enfurecido animal, milagrosamente, se paró mansamente a sus pies.  A partir de entonces aquel convincente grito daría nombre a la calle. 


4. Catedrales.
Tras el mayor estrechamiento de la calle Tentenecio, se abre la Plaza de Juan XXIII y nos encontramos de frente con la Catedral Vieja, la antigua entrada de Santa Lucia y a su izquierda la Torre Mocha  con una pequeña puerta en su base, donde podremos iniciar una gran aventura, la exposición "Ieronimus". Escalada a las torres medievales del conjunto catedralicio, una visita imprescindible que solo nos costará 1 hora y media de nuestro tiempo y 3,75 euros de nuestro bolsillo. 

Durante la visita podremos contemplar los interiores de ambas catedrales, de sus torres y una observación muy cercana de los bellos cimborrios del conjunto: La románica Torre del Gallo de la Catedral Vieja y la espectacular cúpula barroca de la Catedral Nueva. También resulta interesante apreciar desde el exterior los elementos estructurales que sustentan la nueva catedral como contrafuertes, pináculos y arbotantes.

Salamanca es una de las pocas ciudades que cuentan con dos catedrales, inseparablemente unidas. En la pasarela que nos permite el acceso a la Torre del Gallo, observaremos claramente corte donde se fusionan ambas catedrales. 

Ascenderemos al punto más alto visitable, la sala del campanario para observar la capital del Tormes en toda su extensión. Otra estancia, la sala del reloj, nos hará reflexionar sobre el vertiginoso e implacable paso del tiempo. 

Y como el tiempo apremia debemos descender de nuevo a la tierra para continuar con nuestro itinerario.

5. De Catedrales a Universidades.

Continuamos junto a la base de la torre-campanario de la gótica Catedral Nueva finalizada en el año 1733. Si en este punto miramos hacia arriba, apreciaremos el verdadero mástil de la ciudad, donde la dorada piedra de la cantera de Villamayor se eleva hasta los 110 metros de altura, y puede divisarse a kilómetros de distancia. Ni los incendios, ni el terrible terremoto de Lisboa de 1755 consiguieron doblegarla. 

A nuestra derecha podremos admirar la fachada principal de la catedral nueva, muy ornamentada con relieves sobre escenas de la vida de Cristo: el Nacimiento, la Epifanía y, en lo más alto, la crucifixión acompañado por las figuras de San Pedro y San Pablo.

Hay una curiosidad que podemos ver acercándonos rápidamente a la Puerta de Ramos, una entrada lateral de la Catedral Nueva profusamente decorada y dominada con la escena de Jesús llegando en borrico a Jerusalem. En su flanco izquierdo encontraremos relieves entre los que destacan las figuras del famoso astronauta, la liebre o el dragón sonriendo con su helado, realizados por el cantero Miguel Romero en 1992, que continúa con la tradición de incluir un elemento contemporáneo en cada restauración que realiza. 

En frente de la Puerta de Ramos podemos observar el Palacio de Anaya, edificio de estilo neoclásico, dispone en su fachada de 4 columnas jónicas, frontón triangular y una gran escalinata. Actualmente es la Facultad de Filología de la Universidad.

Tras esta escapadita, volvemos a la base de la gran torre campanario y dejamos el entorno catedralicio tomando la calle Calderón de la Barca, que sale junto a la estatua del Padre Cámara, y que llega hasta la calle Libreros. Una calle que, en época romana, fué la arteria principal de la ciudad. La travesía por donde discurría la antigua calzada romana, hoy conocida como Via de la Plata. 

Unos añitos más tarde, hacia 1480, se instala en ella la primera imprenta de la ciudad. Lugar privilegiado para la impresión y venta de libros a los estudiantes, pronto se llenó de librerías. Esta calle bautizada inicialmente como "Rúa Nueva", se empezó a conocer popularmente como la calle de los "Libreros". 

Si continuamos por ella desembocamos en una plaza llena de gente que observa interesadamente algo sobre nuestras cabezas, hemos llegado al Patio de Escuelas. 

6. Patio de Escuelas y Fray Luis de León.
El Patio de Escuelas es uno de los platos fuertes en la visita a la capital charra. Se trata de una plaza cuadrangular donde se abren las fachadas de los edificios históricos universitarios: Escuelas Mayores, Escuelas Menores y Hospital del Estudio. 

La fachada de las Escuelas Mayores está considerada como la gran joya del plateresco español, que engalana a la primera universidad del reino. La Universidad de Salamanca.

El plateresco es un estilo arquitectónico que se desarrolló a caballo entre el gótico y el renacimiento. También fue conocido como estilo Reyes Católicos porque durante su reinado entre 1480 y 1530 se erigieron en Salamanca numerosos edificios de este estilo. 

Aunque la fundación del Studii Salmantini data del año 1218 por Alfonso IX de León, este conjunto fue ordenado construir por los Reyes Católicos, pero ya estaban muy mayores y se tardó mucho en ejecutar el proyecto, por lo que no pudieron ver nunca el medallón con sus efigies presidiendo el conjunto. 



La fachada cuenta con 2 arcos escarzanos para el acceso, y sobre ellos tres cuerpos separados por frisos. En el cuerpo inferior destaca el medallón con los bustos de los Reyes Católicos, en la parte intermedia los escudos imperiales de Carlos I y en la zona superior encontramos representaciones del Papa departiendo con unos cardenales, esto servía para demostrar la bendición que la Iglesia vertía sobre la universidad y sus estudiantes. 

Su construcción finalizó en el año 1531, costando unos 30.000 ducados de la época. (moneda con 3,5 gramos de oro de 22 kilates).

Sabemos que esta obra tiene hoy día un valor incalculable, pero haciendo una sencilla operación y sin contar el valor añadido que le otorga el tiempo, hoy equivaldría a 3 millones de euros (unos 100 euros x ducado), lo mismo que ahora presupuestan por hacerte una rotonda (impuestos indirectos incluidos).

La rana es la principal atracción para los turistas, un simpático batracio que acapara más atención que el resto del conjunto. Dice la leyenda que los estudiantes de Salamanca, tenían que verla para conseguir aprobar y licenciarse. Simbólicamente también se advertía del peligro de las tentaciones. Al estar descansando sobre una calavera cabizbaja y arrepentida daba a entender el advenimiento de la muerte para el pecador.

Y no seré yo quien os desvele la ubicación exacta del anfibio, porque según dicen, se otorgará todo tipo de suertes para aquel afortunado que la localice, sin ayuda, entre todo este entramado de simbología pétrea.

Existe la posibilidad de entrar a conocer las Escuelas Mayores de la Universidad observar las veteranas aulas donde impartieron clases Antonio de Nebrija o Fray Luis de León. Es interesante ver su capilla, la biblioteca, su escalera de acceso y su patio interior, un singular marco donde crece una secuoya centenaria plantada en 1870. 



El Patio de Escuelas está presidida en el centro por una estatua de Fray Luis de León, el insigne escritor, poeta y catedrático del siglo XVI, que fue tratado injustamente en vida, apresado por la Santa Inquisición por discrepancias en la traducción de la Biblia, una vez absuelto retomó sus clases en el mismo punto donde lo había dejado 5 años antes, comenzando con la famosa frase de : "Decíamos ayer...". 

Para los luctuosos decir que, Fray Luis padecía de catalepsia y a causa de una muerte aparente en 1591 fue enterrado vivo en la capilla de las Escuelas Mayores. Cuando abrieron su ataúd para su beatificación, encontraron la tapa llena de arañazos hechos desde dentro. Esto además de provocarle un amargo final, truncó su carrera hacia la santidad.  

7. Escuelas Menores y Cielos de Salamanca.
Los estudiantes se aplicaban sobre  un plan de estudios llamado Trivium (Gramática, Dialéctica y Retórica) y Quadrivium (Aritmética, Música, Geometría y Astronomía). 

En las Escuelas Menores se estudiaba el Trívium y se alcanzaba el Título de bachiller. El Quadrivium solo se impartía en las Escuelas Mayores y solo los bachilleres podían acceder a ellas para conseguir el título de Licenciado o Doctor (en su grado de conocimiento máximo).

Una vez conocidas las Escuelas Mayores, no podemos menospreciar a las Escuelas Menores. Una visita necesaria en uno de los lugares con más encanto de la ciudad. Su entrada la encontramos al fondo, en el lateral izquierdo del patio de Escuelas, con una fachada también renacentista pero bastante más modesta que la de su hermana mayor.  Al entrar se abre un claustro de estilo gótico tardío con arcos mixtilíneos alrededor del cual se reparten lo que eran las antiguas aulas de los bachilleres. Un relajante conjunto donde el intenso verde del césped contrasta con la dorada piedra de sus arcos. Imaginemos este entorno cuando reinaba un silencio sutilmente roto por el murmullo del agua de su fuente central. 

Aquí admiraremos el contraste que nos ofrecen los Cielos de Salamanca que conviven en este lugar. El cielo azul luminoso enmarcado en este magnífico claustro del que surge la gran torre de la catedral y el mágico cielo nocturno estrellado instalado en una dependencia contigua, donde están representados planetas, dioses legendarios y constelaciones del Zodíaco. 

La ubicación original de esta obra fue la biblioteca de la Escuelas Mayores. Se trataba de una pintura mural de finales del siglo XV realizada al fresco por el salmantino Fernando Gallego, que reflejaba el conocimiento astronómico y astrológico de aquella época.  

Su descubrimiento se produce a mediados del siglo XX, cuando se hunde accidentalmente la bóveda de la antigua biblioteca de las Escuelas Mayores. Este afortunado derrumbamiento deja al descubierto estas pinturas, que en el siglo XVIII habían quedaron ocultas y olvidadas cuando se amplió la capilla adyacente de la Universidad. En aquel tiempo la iglesia tenia tanto poder, que resultaba paradójico ver como, en la misma cuna del saber, las zonas de culto ganaban terreno al espacio dedicado para el estudio, aunque para ello tuvieran que ocultar o destruir estas obras de gran interés didáctico y artístico.

Solo una tercera parte de aquella fastuosa obra quedó a salvo de la destrucción, siendo restaurada y trasladada a esta antigua aula de bachilleres. Se puede contemplar actualmente en semioscuridad, un ambiente perfecto para la admiración del fresco.

Empapados de cultura, dejamos el Patio de Escuelas y continuamos por la calle Libreros hasta su terminación. En ese trayecto aprovechamos para ver los vítores, unos anagramas pintados de color rojo en las paredes, bajo los que figura el nombre y la fecha del estudiante que celebraba su doctorado universitario. Curiosamente la pintura utilizada se hacía con sangre de toro para los estudiantes de ciencias y de pigmentos vegetales para vítores de la rama de letras. Estos antiguos "graffitis" se pueden ver por todo el casco antiguo de la ciudad.

En la foto, un vitor por el nombramiento de San Juan de la Cruz como Doctor Honoris Causa, en conmemoración del 4º centenario de su muerte. Cursó la carrera de Teologia en la Universidad salmantina de forma brillante a la edad de 22 años.

8. En Compañía de Conchas.
Al fondo comienza a verse la cúpula de la Real Clerecía de San Marcos. Llegamos a la calle de la Rúa antigua y nos topamos con esta enorme mole construida por los jesuitas entre los siglos XVII y XVIII. Un edificio que consta de 3 partes:  Iglesia, colegio y residencia, y que necesita una visita en su interior para admirar joyas de gran nivel, como su gigantesco claustro de tres galerías que, para los entendidos, es unos de los más espectaculares y mejor acabados del barroco español.

Por la Rúa Antigua hacia la derecha recorremos exteriormente la gran nave de la iglesia hasta llegar a la calle Compañía, un punto donde confluyen dos conjuntos arquitectónicos que parecen luchar por captar la atención del visitante. La elevada fachada barroca de la Clerecía, con sus altas torres y sus gruesas columnas, parecen imponer su supremacía sobre la Casa de las Conchas, un palacio de estilo gótico renacentista de tiempos de los Reyes Católicos y recubierto por unas 370 conchas peregrinas con las que su dueño, un distinguido noble llamado Rodrigo Arias Maldonado, recalcaba “tímidamente” su pertenencia a la Orden de Santiago.

Este punto es conocido vulgarmente como "la esquina de los tres coños", porque si tienen buen oído, será la palabra que más escuchen aquí. Los visitantes al dar la vuelta a esta esquina sueltan frecuentemente alguno de estos "3 coños": ¡Coño que alto! ¡Coño qué bonito! o ¡Coño qué frío! por las ráfagas de aire gélido que canaliza la calle Compañía en los inviernos salmantinos.



Sobre el dintel de la puerta principal de la Casa de las Conchas, está representado el escudo de los Maldonado con sus cinco flores de lis escoltado por dos fieros leones. Sus adornadas ventanas, con rejerías en el primer piso, rompen el aconchado para dar oxígeno a la fachada.

En su interior las habitaciones se distribuyen a través de un patio de doble galería sustentado por arcos mixtilíneos, la segunda planta tiene arcos escarzanos tiene con balcones de formas hexagonales y en lo alto cresterías con flores de lis acompañadas de gárgolas que desaguaban las cubiertas. En el centro existe un pozo que suministraba agua potable a la casa. 

Dice una leyenda que bajo una de estas vieiras duerme un tesoro. Onzas y perlas de oro se escondían en su fachada con el supersticioso fin de asegurar un buen futuro para el edificio y sus moradores.

Cruzamos la calle para conocer la Clerecía. Podremos realizar la visita Scala Coeli, “Escalera al Cielo” y tiene como especial atractivo la subida a las torres de la Clerecía. Al comienzo se proyectan audiovisuales con imágenes de la construcción del edificio. Según se va ascendiendo se observa el interior de la iglesia con su altar mayor y su retablo barroco. Al llegar hasta las torres el visitante puede deambular entre la zona de campanas de ambas y permite una visión única de las catedrales que hemos visto hace unas horas junto con el casco antiguo de la ciudad. Si miramos hacia abajo es posible ver el magnífico Patio de los Estudios, según dicen los expertos, el claustro barroco más gigantesco y mejor acabado de su estilo. 

Para esta visita invertiremos unos 45 minutos de nuestro tiempo.

En 1852 con los gobiernos liberales, la Universidad de Salamanca eliminó sus dos facultades eclesiásticas de Teología y Derecho Canónico. En 1940 fueron restablecidas por el Papa Pio XII creando la Universidad Pontificia de Salamanca usando para tal fin el edificio de la Clerecía, que en aquellos años estaba desocupado. Desde entonces Salamanca es universitaria por partida doble. 

Existe la posibilidad de sacar una entrada única para ver todo el conjunto: Clerecía, Universidad Pontificia y torres.

9. Maldonados y Comuneros.
Dejamos este importante enclave de la ciudad para seguir paseando por esta calle Compañía a la vera de la Clerecía y llegamos a la plaza de San Benito donde nos topamos con la Iglesia de San Benito, una edificio románico construido en 1104 y reedificado góticamente en 1506 por la familia Maldonado, su entrada encajada entre dos grandes contrafuertes guarda bajo su tejado una bella portada con escenas de la Virgen. Como curiosidad buscando entre los pequeños capiteles de las arquivoltas de la portada encontramos la figura de un tuno ataviado con jubón y bandurria que parece dispuesto a canturrear a una dama. 

Se puede decir que este apuesto tuno es el hermano pequeño del astronauta de la catedral, porque ambos fueron creados por el cantero Miguel Romero en los años 90.

Si continuamos por esta plaza bordeando la iglesia encontramos la Casa de Diego Maldonado. En lo alto su fachada podemos observar el escudo de su familia que ya conocemos, con cinco flores de lis. Su hermano Pedro perteneció al grupo de Comuneros que encabezaron en 1520 la guerra de las comunidades de Castilla, para desafiar la soberanía del recién coronado rey Carlos I, hijo de Juana la "Loca Católica" y Felipe el "Hermoso Flamenco". El nuevo monarca modifica el gobierno y quita los puestos de poder a los nobles castellanos para dárselo a los extranjeros llegados con su séquito de Flandes. 

Suben los impuestos para sufragar la campaña imperial en Alemania y en 1520 marcha a la ciudad de Carlomagno, Aquisgrán para coronarse emperador. Mientras se adorna de poder, deja el gobierno del pais en manos de un regente extranjero, el cardenal flamenco Adriano de Utrecht. El descontento popular es tan grande que la mayoría de las ciudades castellanas, incluidas Madrid y Murcia, se alían en una Junta contra las tropas reales, estallando las revueltas. 

Tras un año de luchas, el 23 de abril de 1521 las tropas comuneras sucumben en Villalar (Valladolid) frente al poderoso ejército imperial. Los tres capitanes, el toledano Juan de Padilla, el segoviano Juan Bravo y el charro Francisco Maldonado (primo de Diego) son decapitados allí mismo. Pedro Maldonado Pimentel, también capitán comunero (Hijo de Rodrigo Arias Maldonado, que antes conocimos como dueño de la Casa de las Conchas), fué apresado también en Villalar como cabecilla, pero su ejecución fue prorrogada hasta un año después en el Castillo de Simancas (Valladolid) por ser sobrino del Conde de Benavente, (influyente colaborador del rey Carlos I). El reconocimiento de Pedro Maldonado como líder comunero se evaporó por no compartir el cadalso de Villalar con sus camaradas de lucha.

Como castigo a la traición de los Maldonado, el rey Carlos I ordenó demoler una de las dos torres con que originalmente contaba La Casa de las Conchas. Posteriormente ésta se convirtió en cárcel universitaria para aplicar castigos ejemplares a estudiantes que requerían una educación más severa. Actualmente sirve de Biblioteca Pública. 

El pendón de los comuneros de Salamanca, única reliquia existente de aquella guerra, se conserva en la capilla de Talavera (San Salvador), adyacente al claustro de la Catedral Vieja de Salamanca y lugar donde se encuentra enterrada la familia Maldonado. La capilla fue mandada construir por Rodrigo Maldonado de Talavera, abuelo del comunero Pedro, rector de la Universidad y benefactor  de la catedral.

Paralelamente, en los Reinos de Valencia y Mallorca se produjeron también revueltas contra la soberanía de Carlos I. La llamada Rebelión de las Germanías, fue neutralizada en poco tiempo por las tropas reales.

10. San Benitos, bandos y corrillos.
Para dejar la plaza de San Benito tenemos que buscar un paso que nos permita acceder a la calle Meléndez, y encontramos una de las calles más cortas y estrechas de la ciudad, la calle Velas, cuyo nombre proviene desde antiguo por que siempre disponía de una gran cantidad de velas encendidas para iluminarla. En esta calle se encontraba un puesto de guardia para vigilar los numerosos palacios que existían en este barrio noble de la ciudad.

La calle Velas nos tele-transporta a la Calle Meléndez, una bulliciosa via peatonal llena de hostales, bares y restaurantes de gran solera, donde podemos aprovechar parar a tomar el vinito, la cerveza, la tapita o incluso comer como dios manda después de tanto ajetreo. En esta vía tenía su casa Juan Meléndez Valdés, poeta extremeño que estudió y vivió en la Salamanca del siglo XVIII.

Reanudamos camino hasta la Plaza del Corrillo, uno de los lugares más conocidos y transitados de la ciudad. Plaza irregular con soportales en un lateral, sustentados por columnas con capiteles de piedra de Villamayor.  Si nos fijamos en los siete primeros capiteles  adornados (los que están en la parte más alejada de la Plaza Mayor) observaremos en ellos unos relieves que representan simbólicamente los dioses y astros que se usaron para darle nombre a los días de la semana.: Sol/Domingo, Saturno/Sábado, Venus/Viernes, Júpiter/Jueves, Mercurio/Miércoles, Marte/Martes y Luna/Lunes. 




Se trata de una plaza muy animada, concurrida y alegre, pero hubo una época en que no siempre fue así. Transcurría el año 1464 cuando a causa de un doble crimen, la ciudad se dividió en dos bandos, el de San Benito (barrio que acabamos de atravesar), y el de Santo Tomé (antiguo barrio situado a partir de la iglesia de San Martín). Ambos barrios estuvieron enzarzados en duelos, peleas y disputas, convirtiéndose esta plaza en la línea fronteriza infranqueable que los separaba. Al ser terreno de nadie, la hierba creció sin nadie que la pisara durante los diez años que duró la contienda. De ahí su antiguo nombre del "Corrillo de la Yerba". 

Siguiendo la estela de columnas se produce un estrechamiento en la plaza donde irrumpe el camarín de la iglesia de San Martín de Tours, construida en el año 1103 y de estilo románico. Podremos acceder a ella por la puerta del Obispo escalonada con arcadas de medio punto bellamente adornadas. En lo alto de la portada un San Martín en su caballo comparte su capa con un mendigo.

Desde hace bastante rato estamos barruntando la cercanía de la Plaza Mayor, a la que accedemos ahora por el Arco del Corrillo, uno de las nueve accesos de los que dispone. 

11. Plaza Mayor
La Plaza Mayor es sin duda una de las más hermosas plazas del mundo, aunque no tenga una figura cuadrada perfecta. Porticada con 88 arcos de medio punto que están adornados en sus enjutas por grandes medallones que representan a algunos de los más importantes personajes de la historia de España.


Construida en el siglo XVIII de estilo barroco, nace por la necesidad de disponer de un centro neurálgico en la ciudad, un gran espacio para la reunión y el esparcimiento de locales y visitantes. Su estructura se basó en los modelos de plazas de Valladolid, Madrid y de la Corredera de Córdoba en mayor medida, pero su singularidad radica en su coloración, estilo y decoración.

Sus obras comenzaron en 1729 por Alberto de Churriguera y aunque murió antes de finalizar su proyecto, posteriormente fueron terminadas por Andrés García de Quiñones en 1755, el mismo año que se desencadena el terremoto de Lisboa.

Este lugar ha servido de mercado, coso taurino, sala de conciertos y espectáculos, escenario teatral, circense, punto de encuentro, lugar de paseo y de celebraciones multitudinarias. Además de ser testigo de los más importantes acontecimientos ocurridos en la ciudad desde su construcción.

Durante los años 50 era costumbre pasear por esta plaza en busca de pareja, los hombres daban paseos en un sentido, y las mujeres lo daban en el otro, esto aseguraba un encuentro frontal para que después de varias vueltas se concertaran las citas que se iban fraguando de vistazo en vistazo.

El reloj de la Plaza Mayor de Salamanca, justo debajo de la fachada del Ayuntamiento, es el punto de encuentro favorito de los salmantinos. El lugar más céntrico donde convergen todas las grandes calles que se adentran en la ciudad.

Y ahora si, después de una ajetreada mañana, ha llegado el mágico momento de tomarte ese relajante café con leche o esa caña fresquita. Este es el lugar idóneo, siéntate en una de sus terrazas y disfruta tranquilamente del dorado entorno que te envuelve. 

Mientras admiramos el conjunto podemos hacer una apuesta para decidir quién paga la cuenta: La pregunta es ¿Cuántas ventanas tiene la Plaza Mayor?. La cábala es un poco laboriosa: Sabemos que la plaza no es un cuadrado perfecto pero tiene de media 23 balcones en cada hilera de pisos, 3 pisos por cada uno de sus 4 lados, contados uno a uno hacen un total de 276 balcones, por lo que la respuesta correcta es... Cero Ventanas. Se libra de pagar quien se haya dado cuenta que la Plaza Mayor no tiene ninguna ventana. Todo lo que asoma a la plaza desde las balconadas son puertas.

¿Un café?. Podeis tomar un inolvidable café junto al escritor Gonzalo Torrente Ballester en el centenario Café Novelty, con el valor añadido de ser un lugar histórico destacado por sus tertulias literarias a las que asistían personajes de la talla de Unamuno, Ortega y Gasset, Pedro Laín Entralgo, Francisco Umbral, Carmen Martín Gaite, Juan Marsé, Cabrera Infante, Torrente Ballester, Mario Vargas Llosa etc.. 

¿Comer?. Restaurantes como "La Tentazión" o el "Mesón Cervantes" son buenos y económicos lugares donde comer y relajarse un buen rato. Además nos pillan junto al Arco de San Pablo de la Plaza Mayor, el punto exacto para continuar nuestra andadura.

12. Ruta de San Pablo.
Salimos por el Arco de San Pablo, que comunica con plaza del Poeta Iglesias. Este poeta, José Iglesias de la Casa, fué un famoso lírico salmantino del siglo XVIII que vivió y falleció en la casa que hoy ocupa el restaurante "la Tentazión", a tenor de la placa que figura en el exterior de la plaza.



Con motivo del 250 aniversario de la Plaza Mayor, durante el año 2005 se erigió una escultura de bronce dedicada a los que la hicieron posible: Alberto de Churriguera como arquitecto y José del Castillo como promotor.

Continuamos por la Plaza del Peso y la calle San Pablo, ambas abiertas al tráfico por lo que habrá que andar ahora con mas cuidado. Iniciamos el camino de retorno para ver la ciudad desde un perfil diferente. 

Andamos un poquito y a nuestra derecha el Palacio de la Salina, un edificio plateresco construido en 1538 que presenta una fachada inconfundible por sus cuatro enormes arcos de medio punto enrejados, que permiten ver desde fuera su gran patio interior. Adornada en sus enjutas con 5 grandes medallones, entre los que destaca el dedicado a Cleopatra y el trágico encuentro que tuvo con una serpiente.


El nombre del edificio se debe a que, durante bastantes años, fue el depósito sal de la ciudad. También es conocido como Palacio de Fonseca, en honor a su saleroso dueño Juan Alonso de Fonseca, que llevaba la gestión salina de Salamanca. 

Es aconsejable visitar el patio interior del edificio, configurado por una hilera de arcos de medio punto a la izquierda, a la derecha una galería elevada sujetada por ménsulas triangulares decorados con personajes de gran realismo. Y al fondo un trío de grandes arcos mixtilíneos sustentan una galería de arcos rebajados.

En este bonito entorno, durante las calurosas noches salmantinas se realizan veladas de conciertos, recitales y exposiciones.
  
Seguimos la ruta para encontrarnos a la izquierda con la Plaza Colón, dedicada al insigne navegante que estuvo rondando por esta ciudad, vendiendo su proyecto tras ser rechazado por el rey de Portugal. 

Destacan sobre ella los 28 metros la Torre del Clavero, restos del antiguo Palacio de Sotomayor,  construido en 1470 por Don Francisco Sotomayor, clavero de la Orden de Alcántara y encargado de custodiar los clavos de Cristo en ofrendas y procesiones. Esta torre tiene forma octogonal y está rematado por ocho tambores cilíndricos, que curiosamente al observarse desde el aire tienen la forma del típico botón charro salmantino de ocho bolas. (Ver plano anterior).

En el centro se encuentra la escultura que representa a Colón sobre un globo terráqueo indicando el horizonte. ¿Donde apunta Colón? A la calle Pan y Carbón, decíamos siempre de pequeños.

13. Relajación Dominical.
La calle San Pablo sigue descubriéndonos edificios como el Palacio de los marqueses de Castellanos de estilos gótico y neoclásico construido en el siglo XVI. Con un bello patio gótico interior, que podremos disfrutar en privado si nos alojamos en el hotel NH Salamanca Palacio de Castellanos en que se ha transformado. Desde algunas de las habitaciones de este hotel se aprecian bonitas vistas de la Plaza del Concilio de Trento y el antiguo convento de San Esteban que ahora pasaremos a visitar. La vista del conjunto, sin edificios modernos en el entorno, nos transporta mágicamente a una Salamanca de hace 500 años. Este escenario iluminado de noche se transforma en una estampa aún más espectacular.

Entrando por la plaza del Concilio de Trento, nos aproximamos a la llamativa fachada plateresca del Convento de San Esteban, flanqueada a la izquierda por el muro del Convento de las Dueñas, y a la derecha por la atenta mirada de la escultura de Francisco de Vitoria. Un puente de piedra que cruzaba el desaparecido arroyo de Santo Domingo nos permite el acceso a la sede salmantina de los dominicos.


Al convento acudió Cristóbal Colón en busca de apoyo para sus viajes, donde fue acogido entre 1486 y 1487 por el prior Fray Diego de Deza, destacado teólogo de la Universidad, confesor de  Fernando el Católico y tutor en la educación de su hijo, el Principe Juan. Colón durante su estancia en Salamanca, realizó conferencias y explicaciones de sus teorías a diversas juntas de profesores y expertos mientras estuvo hospedado bajo protección de la órden en este Convento y una hacienda para descanso que los dominicos disponían en Valcuevo, finca próxima a Salamanca. Convencidos los expertos de la viabilidad del proyecto y por mediación del prior Deza, Colón conseguirá que los Reyes Católicos escuchen al navegante para financiar su empresa. Había comenzado a fraguarse la expansión de Castilla hacia el Nuevo Mundo.

Pasemos a conocer a grandes rasgos algunos elementos de este conjunto arquitectónico del siglo XVI. Este convento empezó a levantarse en 1524 por el arquitecto Juan de Álava que ideó para su iglesia esta grandiosa fachada estructurada en dos grandes pilares que sostienen un gran arco de medio punto y que cobija un conjunto ornamental al que dieron la apariencia del retablo de un altar. En este “retablo pétreo” destacan las escenas centrales del martirio de San Esteban y la crucifixión de Cristo.

Junto la fachada hay un pórtico por el que accedemos al grandioso Claustro de los Reyes, con elementos góticos y renacentistas de gran altura y belleza. Alrededor del cual se repartían el resto de dependencias como el Capitulo Nuevo y el Capitulo Antiguo o Panteón de los Teólogos, lugar de enterramiento de dominicos ilustres como Domingo de Soto, Pedro de Sotomayor, o el hijo de Garcilaso de Vega, Domingo de Guzmán. La elegante Escalera de Soto nos conduce a la parte alta del claustro donde destaca el coro y la sacristía.

El Coro cuenta con ciento dieciocho asientos, destacando la silla del padre Prior decorada con una figura de Santo Domingo; sobre ella, un lienzo de María con el niño del maestro Rubens, y en la pared occidental un gran fresco del pintor cordobés Antonio Palomino: "El triunfo de la iglesia", realizado en 1705, donde un gran carro de ruedas doradas conducido por una mujer (la iglesia) que, ayudada por virtudes y monjes dominicos, atropellan a los siete pecados capitales.

La iglesia es la parte más imponente del interior, de una sola nave de planta en cruz latina de grandes dimensiones, con capillas laterales y un crucero de 44 metros de de altura. En su altar mayor deslumbra el retablo de 27 metros realizado en 1691 por José Benito de Churriguera (uno de las primeros trabajos de los hermanos Churriguera en Salamanca).

Antes de irnos de la plaza del Concilio de Trento, es obligado hacer una pequeña parada en el Convento de Santa María de las Dueñas donde residen las monjas pertenecientes también a la orden de los dominicos. 

Nada hace sospechar que tras su modesta puerta de acceso se esconde un claustros más impresionantes del Renacimiento Español. 

Sus arcos, columnas, medallones, capiteles, enjutas y zapatas están exquisitamente labradas en piedra, y contienen una decoración de temática grutesca interesante e impactante que a nadie deja indiferente. Tiene el valor añadido de encontrarse en un perfecto estado de conservación. 


Aunque el convento fue fundado en 1419, su claustro fue construido en 1533, de planta pentagonal irregular y estructurado en dos pisos. El piso inferior armado con arcos escarzanos, tiene en sus enjutas medallones con bellos retratos de personajes de la época. 

En el piso superior debéis contemplar sin prisas sus capiteles y zapatas, con decoración muy recargada de temática fantástica y mitológica. Se han recreado monstruos y seres híbridos combinando elementos humanos y animales que no tienen desperdicio. El desconocido escultor del claustro tuvo la generosidad de dotar a las figuras de una gran expresividad y sensación de movimiento. Un friso decorado remata el conjunto con 27 medallones que representan santos, personajes bíblicos y divinos que se identifican gracias a los símbolos que portan. 

Si quereis perderos un ratito por este singular espacio, pincha el siguiente video:


14. Cuesta de Carvajal.
Continuamos nuestro paseo por la calle San Pablo y dejamos a la derecha el pequeño y lujoso Gran Hotel Don Gregorio, un palacio del siglo XV convertido en hotel de cinco estrellas. 


Pocos metros después nos desviamos a la derecha para subir por una calle estrecha, pendiente, arbolada y adoquinada llamada Cuesta de Carvajal. 

Una entrada metálica con un panel informativo nos advierte que estamos frente a la famosa Cueva de Salamanca un lugar donde, según dicen, el diablo impartía clases de asignaturas que no se enseñaban en la Universidad, como brujería, alquimia y otras artes adivinatorias. La cueva está ubicada en la cripta de la desaparecida iglesia de San Cebrián, una de las más antiguas de la ciudad, construida en torno al año 1157 sobre cimientos de otros templos mucho más antiguos. 

Aproximadamente, hacia el año 1500, la propia reina Isabel la Católica ordenó tapiar el acceso a la cueva herméticamente cuando supo de las oscuras enseñanzas que allí se estaban impartiendo. En agosto de 1987 se realizan excavaciones, descubriéndose los cimientos de la antigua iglesia, un cubo defensivo de la muralla romana y restos celtíberos de arcaicas construcciones. En 1993 se habilita el recinto arqueológico para visitas turísticas. 



La elección de este sitio concreto para la ubicación de edificios de culto y reunión a lo largo de la historia, demuestra que algo enigmático parece manar de este mágico lugar.

15.  Murallas y puente romano.
Una vez que hemos sobrevivido a las fuerzas oscuras, continuamos hasta el final de la calle San Pablo, apareciendo a nuestra derecha la antigua muralla de Salamanca, que ha sido despejada y rehabilitada recientemente. 

A la izquierda, apreciamos unas ruinas que pertenecen iglesia de San Polo (San Pablo), construida extramuros durante el siglo XII, de estilo románico-mudéjar, restaurada en el siglo XVI y re-restaurado y re-edificado en su parte posterior como un moderno hotel durante el año 2001. Este hotel San Polo ha fusionado perfectamente los restos de la antigua iglesia con las instalaciones del hotel, creando un especial ambiente que te hace retroceder varios siglos atrás. Desde su ubicación se ofrece una singular perspectiva de la Catedral, y por la noche con la iluminación del entorno monumental se puede disfrutar de un bello panorama.

Termina por fin la calle San Pablo y aparecemos de nuevo en el Paseo del Rector Esperabé; paralelo al resto de la antigua cerca romana, sobre la que se encuentra el Huerto de Calixto y Melibea, llamado así por ser el escenario que Fernando de Rojas escribió para recrear la Celestina, su célebre tragicomedia publicada en el año 1502. 

Ya tenemos a la vista la Casa Lis, un palacete modernista, construido a principios del siglo XX y convertido hoy museo Art Nouveau y Art Decó. Su original fachada fue construida con hierro y vidrio, fiel reflejo de la nueva arquitectura industrial que representa.

A nuestra izquierda vemos ya una iglesia románica-mudéjar construida en ladrillo que nos puede resultar familiar, la Iglesia de Santiago del Arrabal una construcción del siglo XII, de las primeras construidas al exterior de la antigua muralla. Llegamos de vuelta, a la zona donde aparcamos nuestros vehículos. 

Iniciamos nuestro itinerario cruzando el casco antiguo de la ciudad y volvemos al punto inicial bordeando las murallas defensivas de la ciudad. 

16. Ruta Nocturna.
Si el recorrido se hace en verano, es altamente recomendable iniciar nuestra ruta a última hora de la tarde. Cuando el sol pierde fuerza y la ciudad empieza a cambiar su color ante la llegada de la noche. Todos los monumentos se iluminan y la piedra de Villamayor adquiere un fascinante color dorado. Durante el verano se amplían horarios y se habilitan visitas nocturnas a las principales exposiciones. Además, el recorrido se hace más relajado y agradable alejado del riguroso sol estival.

Como colofón a esta guía os ofrezco un video patrocinado por Ayuntamiento de Salamanca con imágenes inéditas y espectaculares de la ciudad. 

Si aún dudas en visitarnos, disfruta de esta Salamanca Unica.



17. Resumen  Ruta 
CALLES
Salamanca que ver . Monumentos. 
Precios y Horarios.

SAN GREGORIO/RIBERA DEL PUENTE/PLAZA SANTIAGO
Puente Romano
Verraco de piedra
Escultura Lazarillo
Cruz de piedra
Murallas
Casa Lis

CALLE TENTENECIO
Arco de Anibal

PLAZA JUAN XXIII
Exposición "Ieronimus". Visita a las torres medievales Catedrales
Horario verano (Marzo-Diciembre): De 10h a 20h. (Ultimo acceso 19h)
Horario invierno (Enero-Febrero): De 10h a 18h. (Ultimo acceso 17h).

Precio de la Entrada 
Individual: Adultos 3,75 euros. Niños gratis.
Grupos (Mínimo 20 personas): 3,25 euros
Gratis: Martes de 10:00 a 12:00 horas.

Visita especial nocturna.  (“Mientras la Catedral duerme…”)
Horario: 20:30 y 22:15 horas. Máximo 30 personas por pase. 
Mayo – Junio: Todos los sábados.
Julio Agosto y Septiembre: Todos los Viernes y Sábados 
Entrada: 6 euros.
Limite de plazas: 30 personas por pase.
Duración de la visita: 1 hora y media.
Teléfonos Información: 619.08.18.43 - 923.28.10.45

PLAZA DE ANAYA
Catedrales (Nueva y Vieja)
Plaza de Anaya.  Tlf. 923 21 74 76. 
Horario Abril-Septiembre. Todos los días: 10:00 a 19:30 h (última entrada) 
Horario Octubre-Marzo. Todos los días: 10:00 a 17:15 h (última entrada)
Catedral Nueva, Catedral Vieja, Claustro y Museo:
Entrada: 4,75 € / 4 € (grupos de más de 20 personas, jubilados y estudiantes) Desempleados: 1,50€ / Niños de 7 a 16 años: 3€
Familia Numerosa: niños: 1,50€ y adultos: 4€ (audioguía incluida).
Entrada gratuita: Martes de 10:00 a 12:00h.
Gratuito para naturales y/o residentes en Salamanca, Discapacitados (+ 65%).

CALLE CALDERÓN DE LA BARCA

CALLE LIBREROS
Casa - Museo de Unamuno 
C/ Libreros, 25  Tlf: 923- 29 44 00 (Ext. 1196)
Lunes a Viernes (excepto festivos): 10:00 a 13:00 h (última entrada) 
Entrada: 4 € / 2 € grupos/ estudiantes y jubilados. 
Entrada gratuita estudiantes de Salamanca.

PATIO DE ESCUELAS
Universidad (Escuelas Mayores)
C/ Libreros  . Tlf 923 29 44 00 (Ext. 1150) 
Lunes a Sábado: 10:00 a 19:00 h (última entrada). 
Domingos y Festivos: 10.00 a 13.30 h (última entrada). 
Entrada: 10 € / 5 € jubilados, familia numerosa, estudiantes y grupos+20  
Entrada gratuita: menores de 12 años y estudiantes de la Universidad.

Museo de Salamanca.
C/ Patio de Escuelas, 2     Tlf. 923 21 22 35  (Sólo exposición temporal) 
Martes a Sábados: 10:00 a 14:00 / 16:00 a 19:00 h 
Domingo: 10:00 a 14:00 h Entrada: 1 €. 
Grupos gratis. Entrada gratuita Sábados y Domingos. 

Escuelas Menores y Cielo de Salamanca.  
Lunes a Sábado: 10:00 a14:00 / 16:00 a 19:00 h. 
Domingos y Festivos: Cerrado. 
Entrada gratuita. 

RUA ANTIGUA

CALLE COMPAÑÍA
Casa de las Conchas  
C/ Compañía, 2   Tlf: 923 26 93 17
Lunes a Viernes: 9:00 a 21:00 h 
Sábado: 9:00 a 14:00/ 16:00 a 19:00 h 
Domingo, Festivos: 10:00 a 14:00/ 16:00 a 19:00 h 
Entrada gratuita. 

Clerecía y Universidad Pontificia
C/ Compañía.  Tlf:  923 27 71 00   
Lunes a Viernes: 10.30 a 12.45 / 17:00 a 18:30 h 
Sábado, Domingos y Festivos: 10:30 a 13:30 / 17:00 a 19:15 h 
Entrada: 3,00 €/ Grupos (a partir de 20 personas): 2,50 € 

Exposición "Scala Coeli".  Las torres de la Clerecía
C/ Compañia, 5.  Tlf: 923.27.71.74
Visita diaria.
Horario verano (Marzo-Noviembre): De 10h a 20h. (Ultimo acceso 19:15h)
Horario invierno (Diciembre-Febrero): De 10h a 18h. (Ultimo acceso 17:15h).
Entrada Individual: Adultos: 3,75 euros. Niños gratis. Grupos: 3,25 euros

Visita especial nocturna. "Scala Coeli" .
Julio Agosto y Septiembre: Viernes y Sabados 
Desde: 22:00 a 23:00 horas. 3 Pases: 22:00. 22:30. 23:00 
Octubre: Viernes y Sábados. Desde 20:30 a 21:15
Entrada: 5 euros. (gratuita para menores de 12 años)
Duración de la visita: 45 minutos.
Limite de plazas: 25 personas 
Visitantes en la entrada 10 minutos antes de la visita.

Pack Completo: Clerecía, Universidad Pontificia y Torres: 6,00 € / 5,00 € grupos

PLAZA SAN BENITO
Iglesia de San Benito.
Visitable en horario de culto: 
Solo Domingos y festivos: 13:00 y 21:00

Casa de Diego Maldonado

CALLE VELAS

CALLE MELÉNDEZ 
Casa del Poeta Juan Meléndez Valdés
Esquina C/ Compañía con Calle Meléndez

PLAZA CORRILLO
Iglesia de San Martín. 
Plaza del Corrillo. s/n. Entrada por puerta del obispo.
Visitable en Horario de Culto:
Laborables y Festivos:  10:00,  13:00, 20:00 

PLAZA MAYOR 
Entrada por Arco de Corrillo
Salida por Arco de San Pablo.

PLAZA DEL POETA IGLESIAS
Escultura a Alberto Chrurriguera
Arquitecto Plaza Mayor.

CALLE SAN PABLO
Palacio de La Salina (Patio)
C/ San Pablo, 24 .  Tlf: 923 29 32 33
De Lunes  a Jueves 10:00 a 20:00 h. 
Viernes, sábados, Domingos y Festivos: 10:00 a 21:00 
Entrada gratuita.

PLAZA COLÓN
Torre del Clavero.
Estatua a Colón.

PLAZA CONCILIO DE TRENTO 
Convento de las Dueñas 
Lunes a sábado: 10:30 a 12:45 / 16:30 a 19:30 h 
Domingos y festivos cerrado. Entrada: 2 €/ 1 € grupos 20 personas)
Tlf: 923 21 54 42 

Convento de San Esteban.
Todos los días: 10:00 a 13:30 h (última entrada) / 16:00 a 19:15 h (última entrada).
Visitas guiadas: 12:30 y 18:00. Máximo 20 personas. 
Duración aproximada 45 minutos.
Entrada gratuita.
Tlf: 923 21 50 00  

CUESTA DE CARVAJAL
La Cueva de Salamanca
Entrada Gratuita.
Lunes a jueves: de 10:00 a 22:00 h.
Viernes y sábados: de 9:30 a 23:00 h. (Audiovisual Luces y Sombras)
Domingos: de 10:00 a 22:00 h.

Torre Marqués de Villena
Entrada Gratuita.
Todos los Dias: de 10 a 22h.

CALLE SAN PABLO
Murallas de la ciudad.

Ruinas de San Polo
Junto a Entrada al Hotel Polo
Tlf: 923 21 11 77
Arroyo de Santo Domingo, 2, 

PASEO RECTOR ESPERABÉ
Casa Lis. Museo de “art nouveau y art déco" 
C/ del Expolio, 14 / Tlfno. 923 12 14 25. 
Martes a Viernes: 11:00 a 14:00 / 16:00 a 20:00 h 
Sábados y Domingos: 11:00 a 20:00 h   
Entrada: 4,00 €/ 2,00 €: jubilados, estudiantes y grupos (más de 10 personas). Desempleados: 1 € . Niños hasta 14 años gratis. 
Entrada gratuita los jueves de 11:00 a 14:00 h (Reserva previa para grupos). 

Huerto Calixto y Melibea 
C/ Calixto y Melibea 
Lunes a domingo: 10.00 hasta la puesta del sol. 
Entrada gratuita.

SAN GREGORIO/RIBERA DEL PUENTE/PLAZA SANTIAGO
Iglesia de Santiago del Arrabal


17. Descargar guía de visita.
Imprimir o descargar el documento Conocer Salamanca en 1 Dia en formato PDF. Le puede servir de consulta o guía en su visita.


Haga click en el icono de descarga



2 comentarios:

  1. Estoy planificando un dia en Salamanca con mis hijos. Me imprimire tu guia, me parece fantastica!! Realmente lo que estaba buscando. Un trabajo excepcional!!

    Amaya
    lalibretadeamaya.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. Hola Amaya. Te agradezco muchisimo tu reconocimiento y espero que disfruteis del dia en la ciudad.
    También puedes consultar la entrada para la visita a Salamanca con niños. Incluye además una guia especial en pdf. para que el itinerario sea mas llevadero y divertido para los mas pequeños. Gracias

    ResponderEliminar