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jueves, 23 de enero de 2014

El Claustro Perdido

De Salamanca a Palamós.
Este es la historia pormenorizada de los acontecimientos que le sobrevinieron al claustro románico de la Catedral Vieja de Santa María de la Sede de Salamanca, una asombrosa obra de arte románico del siglo XII, que quedó súbitamente condenada al olvido, para volver a resurgir con un gran despliegue mediático a comienzos del siglo XXI.

1135. Catedral Románica de Santa Maria.
A comienzos del siglo XII, sobre la vieja iglesia de Santa María se levanta la románica catedral de Salamanca.  Una construcción que costó mucho dinero y cerca de 300 años de arduos esfuerzos. Fundada por el obispo Jerónimo de Perigord y gracias a aportaciones de particulares, en 1135 arrancan los primeros trabajos por la nave del ábside mayor.  Durante el resto del siglo XII con las donaciones de los reyes Alfonso VII, Fernando II y Alfonso X, las obras cobran nuevos bríos. 


Elementos Arquitectónicos Románicos del Claustro.

Localización de algunos elementos del claustro románico.


1164. Construcción del Claustro.

La construcción del claustro comienza  en 1164, sus maestros tienen proyectado realizar el más grandioso de  su época, en el momento que el románico está dejando paso al nuevo estilo gótico. 


El conjunto está formado por cuatro galerías de 4,5 metros de alto y 24 metros de longitud, compuestas por 10 arcos cada una. 



Los arcos que se alzan a una altura de 3,5 metros, están soportados por columnas dobles separadas y sendos capiteles unidos formando un solo bloque, profusamente decorados de relieves donde aparecen representadas figuras humanas, elementos vegetales, animales como aves, leones, jabalíes  y monstruos como grifos, arpías o dragones... En ninguno de ellos se representan escenas religiosas.

Justo en la mitad de cada galería se rompe la secuencia doble con cuatro columnas y cuatro capiteles. Para poder sustentar tan magna fábrica se habilita un zócalo de 1,35 metros de ancho y para el adorno de los arcos se recurre  a un ajedrezado en relieve en la media circunferencia que va de imposta a imposta, elemento decorativo que realza aún más la belleza del conjunto. Los grandes cimacios sobre los que descansan los arcos están enriquecidos con motivos vegetales y ajedrezados, combinados con los capiteles, despliegan una asombrosa belleza plástica.

Se emplean más de 20 años hasta su finalización definitiva en 1185. El resto de la catedral sigue su lenta construcción durante el siglo XIII,  rematándose durante el XIV gracias al impulso final del obispo Alfonso Barasaque en 1363.

La estructura del edificio es de planta basilical, en cruz latina y tres naves, crucero marcado y cabecera formada por tres ábsides semicirculares.


Gracias a la calidad y belleza de la construcción, es laureada como una de las más hermosas de Europa.  En ella  trabajan hasta siete grandes maestros entre los que destaca el salmantino Pedro Pérez conocido como  Petrus Petrez, que participa en la creación de la famosísima Torre del Gallo, majestuosa joya románica, aligerada por treinta y dos ventanas y sostenida por dieciséis columnas de las que parten 16 nervios, todos ellos unidos en la parte central del cimborrio.  La torre debe su nombre a la veleta con forma de gallo que corona la escamosa cúpula. 


Tras la creación de la Universidad de Salamanca, la ciudad crece rápidamente y a comienzos del siglo XVI se empieza a pensar en construir una catedral más grande. Fernando el Católico manda a sus arquitectos a Salamanca para preparar los planos del nuevo templo.

1513. Catedral Nueva.
En 1513 se coloca la primera piedra de la Nueva Catedral. En un principio se contempla la posibilidad de destruir la vieja para aprovechar materiales, finalmente se decide que permanezca abierta mientras se erige el nuevo edificio. Se proyecta levantar en paralelo a la antigua. El muro izquierdo de la vieja catedral sirve de apoyo al muro derecho de la nueva. El viejo campanario se transforma en una torre campanario de una altura de 110 metros.

Durante casi todo el siglo XVII las obras estuvieron paradas por falta de presupuesto, cuando se reanudan se incluyen elementos barrocos que se añaden al estilo gótico inicial. En Salamanca y Segovia se construyen las últimas catedrales góticas de España.

Cuando finalizan las obras en 1733, se opta finalmente por conservar también la vieja catedral. La románica y la gótica seguirán unidas. El lugar donde se juntan ambas es conocido como Patio Chico y es uno de los rincones con más encanto de la ciudad. Salamanca y Plasencia (Cáceres) son los únicos casos en España donde se conservan las dos catedrales.

La nueva catedral tiene planta de tres naves con numerosas capillas, desde su crucero se eleva el espectacular cimborrio de cúpula semiesférica de estilo barroco y su fachada principal está profusamente decorada con alto relieves.

Son las 9:33 de la mañana del 1 de noviembre de 1755. Solo han pasado 22 años de la terminación definitiva de la catedral nueva, cuando la tierra empieza a temblar. 

1755. Terremoto de Lisboa.
Un terremoto de magnitud 9 en la escala de Richter se desata en el Atlántico, al sur de Lisboa. El seísmo dura seis eternos minutos con violentas sacudidas  que provocan el derrumbamiento de la mayoría de los edificios de la capital lusa. Los supervivientes huyen despavoridos buscando protección en zonas no edificadas como playas y costas. Pero 45 minutos después la fuerza de dos gigantescas olas de 20 y 15 metros arrasan la ciudad y completan el desastre. El 85% de los edificios son destruidos y se pierden 90.000 vidas humanas. 

Potentes tsunamis golpean las costas atlánticas de Portugal, Marruecos y España provocando miles de muertos. Las violentas sacudidas del seísmo afectan a multitud de edificaciones religiosas y civiles  en amplias zonas de la península, y sufren daños tan graves que muchas posteriormente deben ser demolidas, como la torre de la catedral de Valladolid. 

Salamanca celebra el día de todos los santos y mucha gente se encuentra en el interior de las iglesias, lo que provoca el pánico entre los fieles. Las campanas suenan sin nadie que las replique, piedras y tejas de las cubiertas se precipitan contra el suelo. La torre de la nueva catedral resulta muy dañada y se inclina, por lo que se piensa en derribar ante el peligro de desplome. Finalmente la torre es reforzada en su base y la cúpula barroca del cimborrio también es restaurada.


El Colegio Viejo o de San Bartolomé, fundado por el obispo Diego de Anaya en 1401, es un colegio mayor adscrito a la Universidad donde estudian los insignes bartolomicos, construido en ladrillo, resulta tan perjudicado que debe ser derruido. Hacia 1760, en su lugar, se construye el Palacio de Anaya, uno de los pocos edificios de estilo neoclásico que hay en la ciudad.

Sus constructores han tardado 150 años en levantarla, y precisamente, el año de su estreno, la Clerecía se tambalea al ritmo que toca este día. Desde entonces la linterna de su cúpula puede verse seriamente inclinada.

En Salamanca no se registran victimas por el seísmo, sin embargo el terremoto ocasiona graves daños en las catedrales charras. 


La tradición de los Mariquelos.
El cabildo catedralicio establece entonces que, todos los días 31 de octubre, un dia antes del aniversario del terremoto, alguien subiera a la torre para tocar sus campanas, dar gracias a Dios y pedir que el terrible suceso no volviera a repetirse. En ese momento se mide año tras año la inclinación de la torre para comprobar que se mantiene estabilizada. 

Los encargados de iniciar esta costumbre son los Mariquelos, una familia que vive dentro de la catedral, cuya función principal es tocar las campanas y realizar las tareas de mantenimiento de la torre. El último Mariquelo original de la familia es Fabián Mesonero que abandona su trabajo en la catedral en 1977. 

Un nuevo mariquelo: el folclorista Angel Rufino de Haro, natural del pueblo salmantino de Linares de Riofrío, retoma la tradición en 1985 y desde entonces, todos los años, a media mañana engalanado con su traje de charro,  sube hasta la bola metálica que se alza en el punto más alto, allí mismo toca piezas de su propia discografía con instrumentos típicos de la ciudad: la dulzaina y el tamboril. Como se puede observar en este video, el ascenso es complicado y entraña la dificultad añadida de llevar consigo sus instrumentos, soportando además las fuertes rachas de viento que soplan en esas alturas. Un esfuerzo que finalmente es recompensado por la espectacular estampa del Mariquelo tocando en el cielo de Salamanca.



Tribuna de Salamanca nos ofrece este video sobre la última subida del Mariquelo a la torre de la Catedral. Fiel a su cita del 31 de octubre de 2014, a las 11:30 horas, Angel Rufino realizó su ascensión número 28. Desde lo alto del campanario lanzó mensaje solidario a los miles de salmantinos que acudieron al evento.

1783. Desmontado, condenado y olvidado. 

El terremoto hiere de gravedad a la vieja catedral. Sus cubiertas y el claustro están seriamente dañados, se realiza una reparación de sus pilares y basamentos en el año 1770, pero solo sirve como solución temporal, ya que se agravaron los problemas de estabilidad y humedad. En 1783 se acuerda desmontarlo con el mayor orden y cuidado, las piezas claves como las dovelas son numeradas cuidadosamente, con la intención de volver a montarlo posteriormente. Se reparan los fustes, pilares y arcos afectados.

Corre el año 1785 cuando el cabildo, en un alarde de modernismo decide construir unas galerías de estilo neoclásico, condenando al olvido a la maravillosa joya románica. 

El nuevo claustro es realizado por Jerónimo García de Quiñones y Román Calvo que levantan una nueva cubierta y se amplía con una planta superior.

El cabildo salmantino emite un documento por el que autoriza a vender la piedra del claustro desmantelado, pero finalmente la venta no se realiza por el bajo precio que se ofrece por ellas.

 Las doradas piedras desechadas almacenadas en el vergel de la catedral, con el tiempo se van ocultando en la parte ajardinada del nuevo claustro, esperando a ser vendidas o aprovechadas para un uso posterior en otras construcciones. Nada de esto ocurre con el conjunto, sus piedras quedan olvidadas, ocultas y enterradas durante mas de un siglo, en el jardín que antes enmarcaba. 

En 1902 bajo la supervisión del obispo Tomás Cámara y la dirección del arquitecto Repullés y Vargas se realizan las primeras obras de restauración y limpieza del claustro neoclásico. Del interior de sus galerias se recuperan los arcos de los benefactores de la vieja catedral bajo, los cuales están ubicadas sus tumbas (arcosolios), que están muy dañados e incluso sellados a causa del terremoto de Lisboa. También se localizan elementos y sillares del nuestro olvidado claustro.

1923. Ricardo García Guereta.

Ricardo García Guereta, un famoso arquitecto nacido en El Ferrol (A Coruña) es contratado por el Obispo Julián de Diego Alcolea en 1905, para continuar con la construcción del singular Palacio Episcopal de Astorga (León), iniciado y diseñado años antes por el genial Antonio Gaudí. 

En 1923, Monseñor García Alcolea se traslada a Salamanca para convertirse en el nuevo obispo de la ciudad. Varios monumentos de la capital charra necesitan restaurarse y para ello solicita de nuevo los servicios de Guereta. Reforzandose las cubiertas de la iglesia de Sancti Spíritus y la cimborrio de la catedral nueva por problemas de filtraciones y goteras en época de lluvias. 

Entre 1925 y 1930, Ricardo Guereta realiza otros proyectos de reconstrucción en la catedral Vieja: solucionando los graves problemas de estabilidad que presentaba la torre del Gallo y el ábside de la capilla mayor, procediendo además a la reparación de las cubiertas del claustro, que ya iniciara el arquitecto Repullés y Vargas.

1929. La conexión Lineal.
El arquitecto Ricardo Guereta, perfecto conocedor de los recovecos de las catedrales, sabe perfectamente de la existencia de las piedras del antiguo claustro. Tras apreciar el perfecto estado en el que se encuentran tras siglos de reposo, prepara su próximo trabajo: inventariar y recopilar los elementos de un claustro románico del siglo XII, olvidado en el vergel aquella vieja catedral. Una pieza muy demandada y bien pagada en aquellos años.

Guereta, está afincado en Madrid, en el distrito de Ciudad Lineal, un nuevo barrio de rápido crecimiento dominado por amplias villas y fincas. Cerca de la casa del arquitecto vive un anticuario de origen zamorano, llamado Ignacio Martínez Hernández, especialista en mercadear con arte eclesiástico y que tuvo un gran maestro en la figura de su padre Fernando, uno de los primeros anticuarios de España. 


Ignacio Martínez, que conoce la gran demanda que existe en Norteamérica del arte medieval europeo, habla con su vecino el arquitecto Guereta para que le informe cuando sepa de alguna pieza notable que pueda adquirir.

Al conocer la existencia del extraordinario claustro románico desdeñado, el anticuario comienza a ofrecerlo en Madrid para conseguir un buen precio, acorde con la calidad del conjunto. 

Mientras  las piezas del claustro se están seleccionado e inventariando en Salamanca,  Ignacio ya tiene preparados los contactos en Madrid.

Una vez que Guereta completa el puzzle del claustro, se decide que las piedras tienen que viajar a Madrid para su restauración, montaje y exposición. En 1931 el monumento sale de Salamanca piedra a piedra, sin que se disponga hasta la fecha de ningún documento de la hipotética transacción de venta por parte del cabildo salmantino.

El lugar elegido para montar el claustro en Madrid, es un solar situado entre los números 7 al 11 de la calle Ángel Muñoz, en el actual distrito de Ciudad Lineal, terreno cedido por una marquesa amiga del anticuario.

1931. Julián Ortiz reconstruye el claustro.

El anticuario tiene verdadera prisa en levantar la enorme estructura, y encarga esta ardua labor al restaurador Julián Ortiz Fernández, que contrata a su vez, más de 30 operarios para la reparación y el montaje.  

Julián decide irse a vivir a una casa instalada en el mismo solar donde reconstruirán el monumento. Se llevará con él a su mujer Emilia Carranza y su gran familia de nueve hijos. Su trabajo consistirá en dirigir los trabajos de montaje de las piezas, fabricar las nuevas que faltan o están deterioradas y custodiar la obra hasta que se realice su venta.

Juan Manuel Ortiz, hijo de Julián, le escucha decir a su padre que el claustro viene de una iglesia de Salamanca y  lo quieren montar rápido para venderlo a los americanos por un precio que estaba fijado en unos 5 millones de pesetas, una verdadera fortuna en aquellos años.

Es una práctica habitual en estos años. El arte europeo está tan cotizado en América que muchos elementos monumentales de valor incalculable cruzan el atlántico en piezas para adornar las mansiones de los ricos americanos.

Las dimensiones y complejidad del claustro hacen que las obras de Ciudad Lineal continúen durante cinco años más. Lo que nadie espera es la llegada de las peores guerras del siglo XX en Europa.

1935-1943 Arthur Byne y los años difíciles.
Arthur Byne  es un fotógrafo y dibujante de arte de Filadelfia, Una de las personas que más dinero y obras de arte maneja en España. Vende todo el patrimonio que puede a sus clientes americanos, sobre todo a William Randolph Hearst, un magnate de la prensa que inspiró a Orson Welles en su película Ciudadano Kane, y que fue el mayor comprador de antigüedades de los años veinte y treinta del siglo XX.

El anticuario Ignacio Martínez pertenece al círculo de amistad de Arthur Byne y se convierte en uno de sus proveedores de obras de arte, que tanto demandan desde los Estados Unidos.

Byne, cuenta con otros muchos clientes europeos y americanos, con los que mantiene una actividad comercial muy intensa. Se encarga de comprar y vender de forma ilegal artesonados, pinturas de grandes artistas, piezas de antiguos castillos, monasterios e iglesias que se encontraban sin protección o abandonados a su suerte

El negocio del claustro de Santa María ya estaba encauzado cuando de pronto se produce un giro inesperado. En la noche el 16 de Julio de 1935, un suceso interrumpe la viabilidad del proyecto, Arthur Byne fallece en un accidente de tráfico en Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real) al colisionar su coche contra un camión. Esto trunca temporalmente la  operación de venta.

El comienzo de la guerra civil en 1936 supone la suspensión definitiva de la operación. Los vientos de guerra dispersan a los protagonistas de la trama. Ignacio Martínez se marcha a Barcelona y Julián Ortiz, de ideas republicanas, se exilia a Francia. 

La combinación del trágico final de Byne y el estallido de las guerras, hace que la operación se malogre y el claustro pierda su billete de partida hacia los Estados Unidos, que pacientemente esperará su destino en el solar madrileño.

Durante la guerra, en Madrid, unos milicianos descubren el claustro e intentan destruirlo al pensar que aquel ornamento estaba montado para proteger un polvorín. Las mujeres de la familia Ortiz les hacen desistir.

El estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939 complica la vida a Julián Ortiz, es arrestado y llevado a un campo de concentración. La amistad con un coronel de la Gestapo, apasionado del arte antiguo, al conocer su profesión de restaurador de arte, facilita su liberación y vuelve a Madrid en 1941. Tras su vuelta. Se agilizan entonces los últimos trabajos y el claustro queda restaurado y definitivamente montado en 1943.  


La belleza del claustro de Santa María vuelve a brillar 200 años después, para quedarse esta vez sobre el cielo de Madrid, esperando que el destino decida su futuro. 

Un bello marco que la familia Ortíz va a disfrutar durante los 15 años siguientes en completa exclusividad. 

El monumento en estos años presenta 3 galerías completas con sus arcos y capiteles intactos en un excepcional estado de conservación. Documentado con fotos familiares de su familia adoptiva, orgullosos del tesoro que hicieron resurgir.

1958. Hans Engelhorn.
Hans Engelhorn es uno de los tres hermanos herederos de la gran empresa química alemana Boehringer Mannheim, instalada en Cataluña. Sus antepasados fueron los creadores de la empresa química Basf... 

Coleccionista y amante del arte, es propietario de obras de Paul Cezanne, Pierre Renoir, Pablo Picasso, Juan Gris, Salvador Dalí y Joan Miró del que es un gran amigo.

Considerado un mecenas de estos años, Hans protege el talento de pintores como Francesc García Vilella. Durante aquellos años el magnate tiene graves problemas de salud, necesitando oxígeno. Su protegido Vilella le aconseja la compra de una finca de 22 hectáreas en Palamós (Girona), llamada "Mas del Vent", un lugar idóneo para su recuperación y descanso. 

A finales de los años 50, se entera por anuncios en prensa que un anticuario de Madrid, tiene a la venta un auténtico claustro románico del siglo XII.

Federico Martínez, hijo del anticuario zamorano fallecido dos años antes, comunica a la familia Ortíz que ya ha encontrado un comprador. 

El 23 de julio de 1958 se realiza el contrato de compraventa por un millón de pesetas. 

El anticuario y joyero bejarano Eutiquiano García Calles, firma el contrato de venta como falso dueño del claustro. Eutiquiano es amigo de Manuel Arburúa, actual ministro de Comercio y éste, a su vez muy relacionado con la familia Engelhorn. 

El joyero, que se mueve bien entre la alta sociedad del momento, conoce a Carmen Polo, la esposa del Generalísimo Franco, apodada "la collares" por su afición extrema a las joyas, y le visita asiduamente a su joyería situada en la Plaza Santa Ana de Madrid. 

Toda esta trama de amiguismos e intereses facilita que el claustro acabe en Palamós de manera rápida, legal y discreta.

En un año desmontan y numeran de nuevo las piedras del claustro. Comienza entonces la carga y traslado en camiones hasta Girona. 

Los Ortiz emocionados, observan como se les marcha un miembro de su familia que vieron nacer y crecer junto a ellos. Ahora les abandonaba para siempre en busca de un nuevo destino.

Febrero 1959. El Mediterráneo.
Entre febrero y abril de 1959 se realiza la instalación del claustro en la finca de Palamós, con un sistema de montaje fiel a la técnica del siglo XII.

Lamentablemente, transcurrido un tiempo, una de las tres galerías instaladas en la finca de "Mas al vent" se derrumba debido a la inestabilidad del terreno, y se decide no volver a levantarla.

En el conjunto, sólo se conservan las basas y los capiteles de la galería arruinada, quedando a la altura del suelo sobre el zócalo, expuestos de manera cruel a la erosión y a la humedad que genera el césped donde reposa el monumento. Los cimacios y dovelas de los arcos quedan desperdigados por la finca.

Al estar ubicado en un área costera y junto a una piscina se produce sobre la piedra un mayor deterioro, sufriendo por la acción de la sal, el cloro y otros productos químicos que se aplican al agua. 

Los  capiteles que se encuentran a nivel de suelo, sufren un mayor desgaste y, sin la protección de sus fustes, están más expuestos a la gente y al riego del césped.

Es todo un lujo disfrutar y admirar de manera privada de uno de los claustros románicos más espectaculares de la península ibérica. Solo admirado por gente del entorno y amigos de Hans Engelhorn y su esposa Caroline. Pasando desapercibido para las administraciones públicas.

Desafortunadamente, poco pudo disfrutar Hans de su finca con claustro, porque en 1960 fallece sin descendencia a quien dejar su valioso legado artístico. 

Caroline se convierte entonces en la propietaria del claustro que tras jubilarse e irse a vivir a Suiza, la finca pasa a un sobrino de Hans, Kurt Alexander Engelhorn.


En 1995 se pone a la venta por 1.200 millones, finca y claustro incluido, pero no se vende. La venta de la sociedad Boehringer a la gigante farmacéutica Roche, reportó a los propietarios 1,5 billones de pesetas, en 1997.

2010. Gerardo Boto y el descubrimiento.
Desde su llegada a Palamós la discreción sobre la existencia del claustro se convierte en algo casi enfermizo para sus propietarios. No se permiten hacer fotos del claustro bajo ningún concepto, para no divulgar su existencia y mantenerla en el más absoluto anonimato. Todos los invitados ilustres que visitan la finca no hacen nunca mención a la maravilla que alberga.

Pero en 2010, una revista francesa llamada AD hace un reportaje sobre la vivienda del suizo Kurt Englehorn y su mujer Carmen en Palamós, el fotógrafo Vincent Leroux queda embelesado con lo que ve y pese a las evasivas de Kurt, el fotógrafo toma la imagen de aquel espectacular conjunto de piedra que bordea la piscina. La imagen se publica a doble página.

El leonés, Gerardo Boto Varela un historiador del arte y profesor en la Universidad de Girona, tras ver esta foto se asombra de sus enormes proporciones cuyos capiteles superan las medidas de cualquier otro conjunto románico conocido. Llega a pensar que se trata de un decorado cinematográfico.


Encuentra gran similitud con los capiteles labrados en el Claustro de Santo Domingo de Silos de Burgos en el año 1100 y con los de las Claustrillas en el Monasterio de Las Huelgas levantado en año 1180 también en Burgos. 

Todos ellos comparten la moda de columnas dobles de fustes separados con sus capiteles formando un solo bloque, participando de la misma temática en sus relieves. 

El profesor realiza una petición para visitar el claustro pero la empresa encargada de la gestión de la finca en Palamós le niega el permiso.
  
En la revista "Románico", publica el artículo "De Silos al Mediterráneo. El último claustro románico inédito de España" donde realiza un análisis con todo el material fotográfico que logra reunir. Realiza las primeras conferencias y la noticia trasciende a los medios de comunicación.

5 junio 2012.  El Claustro sale a la luz. 
EL PAÍS publica la noticia de la existencia del conjunto y se inician las especulaciones sobre la autenticidad y origen del claustro. Dos días después una Comisión de Arte de la Generalitat Catalana entran en la finca a inspeccionar la pieza. Gerardo Boto y otros expertos del Románico también visitan el claustro. 


Gerardo Boto esta intrigado por su procedencia y porqué un claustro románico del siglo XII tan singular por su tamaño, no estaba documentado y, de ser auténtico, como pudo haber estado oculto durante 900 años. 


31 Julio 2012. El Claustro se declara falso.
El grupo de expertos de la Generalitat, declara que el claustro no es original,  se trata de una recreación del estilo románico, argumentan que es extremadamente regular para una obra de la Edad Media y que solo incluye algunos elementos originales medievales. 

Explican además que los capiteles y muchos de sus elementos son copias del claustro de Santo Domingo de Silos. 

El director de Arquitectura de la Generalitat, Eduard Riu remata diciendo que "Es el claustro románico más espectacular de todos los claustros románicos que hay en la península. Si fuera románico, claro" dicho esto se dictamina que no se protege el monumento porque para ellos no es un monumento sino una falsificación. 


Este informe despierta una discusión mediática, Gerardo Boto responde al informe diciendo: "Hay evidencias físicas y artísticas de la originalidad del claustro. Es falso que sea falso". Declara además que en aquella época era normal la copia de piezas entre los escultores. Sus razonamientos sobre la autenticidad del monumento son apabullantes. Lejos de rendirse continúa con sus investigaciones para devolver al claustro el reconocimiento que merece.

Del análisis que hace de los 44 capiteles del monumento, declara que 24 reproducen motivos de Silos mientras que los 20 capiteles restantes son obra inédita de los escultores medievales.


17 noviembre 2012. El Claustro se declara auténtico.
El geólogo Màrius Vendrell y la restauradora Pilar Giráldez, de la Universidad de Barcelona que participaron en la comisión, se desmarcan del informe inicial y reconocen que las muestras que toman, no dejan dudas de la autenticidad y la antigüedad de siglos de las piedras. 

Unas de las razones que argumentan es que los rastros de líquenes encontrados y la erosión que presenta son difíciles de explicar para unas piedras labradas que, según el estudio inicial, solo tenían 80 años.  

Considerando finalmente que el claustro es muchísimo mas antiguo de lo que la comisión dictamina.

20 Junio 2013. Gerardo Boto anuncia su origen..
Gerardo Boto asiste a un congreso de expertos en Lisboa y asegura que el claustro de Palamós perteneció a la catedral románica de Salamanca, construida por tanto en siglo XII.  Comunica que sus piedras nos hablan de una antigüedad de siglos y corresponden al claustro románico de la Catedral Vieja de Salamanca,  formadas por multitud de piezas originales completadas con unas pocas añadidas durante la restauración del conjunto en el siglo XX.

Reconoce fracturas en los fustes y los arcos provocados por el terremoto de 1755 que deterioran el claustro y conducen a su desmontaje. Por otra parte, fustes de columnas y dovelas muestran canales para verter argamasa líquida, método usado en la Edad Media para consolidar el conjunto.

Su estilo y sus dimensiones coinciden con los empleados en la catedral vieja de Salamanca. 

Como argumento irrefutable, se exponen los estudios mineralográficos realizados a los sillares del claustro, que confirman el hecho que la piedra empleada en su construcción, sin ningún género de dudas, fué extraída de la cantera de Villamayor al igual que el resto de la catedral de la que formaba parte.

16 Octubre 2013. Bien Cultural de interés Nacional.
La Generalitat declara la pieza Bien Cultural de Interés Nacional en la categoría de monumento histórico. De esta forma se otorga al claustro la máxima protección como parte del patrimonio histórico de España.

El propietario tendrá que permitir su visita al público, mediante un horario acordado para abrirse, como mínimo, cuatro días al mes, y está obligado a consentir el acceso a los expertos para que puedan estudiarlo. El propietario también puede pedir ayuda económica a la Administración para la conservación del claustro.

Esta declaración evita además que en un futuro pueda exportarse fuera de España.

Gracias un conjunto de casualidades que se unieron en determinados momentos esta historia ha tenido un final feliz, sin embargo gran cantidad de nuestro patrimonio románico ha sido sacado del país por gente sin escrúpulos, que aprovechaban el mal momento que atravesaba la España de aquellos años para comprar, a precio de saldo, obras de un valor incalculable.

Los expolios de los años 20.
La desamortización de Mendizábal en 1835 provocó el abandono de gran cantidad de monasterios, iglesias y otras edificaciones de la Iglesia, dejando desprotegidas las obras de arte que albergaban.

Durante los años veinte y gracias a las fortunas forjadas en Norteamérica se inicia la venta ilegal de arte a espaldas o con soborno de funcionarios y otros responsables políticos. 

William Randolph Hearst fue uno de los principales compradores de nuestro patrimonio. Teniendo como ayudante en aquellos años Arthur Byne, del que ya hemos hablado y que, sorprendentemente fue condecorado en 1927 por Alfonso XIII por sus "servicios" a la cultura española. 

Arthur Byne ha sido uno de los más dañinos expoliadores del patrimonio nacional. En sus 20 años de tropelías consiguió exportar ilegalmente grandes cantidades de arte, entre las que destacan: más de 80 artesonados hispano-musulmanes, la estructura gótica del castillo de Benavente (Zamora), convento de San Francisco de Cuellar (Segovia), la sillería del coro y un arco de jaspe rojo de la catedral de Seo de Urgel (Lleida), la sala capitular de la abadía de Santa María de Ovila del pueblo de Trillo (Guadalajara) y el Monasterio de Sacramenia (Segovia).


Sobre sus expolios, cabe destacar la colosal operación del monasterio románico de San Bernardo de Sacramenia de Segovia del siglo XII. Su aventura tampoco tiene desperdicio: Sufre un incendio en el siglo XVII, es desamortizado en el siglo XIX, cayendo después en manos particulares antes de venderse. En 1925 su claustro, sala capitular, refectorio y otras piezas de arte que contenía, viajan en cajas hasta Nueva York. No contaban con que la paja utilizada para proteger las piedras durante el viaje estaban contaminadas con fiebre aftosa quedaran almacenadas y olvidadas durante 25 años. En 1952, toda la mercancía embalada, es vendida tras la muerte del magnate. Actualmente el monasterio de Sacramenia está montado en Miami como iglesia episcopal. 

Cabe destacar también el periplo de la Abadía Cisterciense de Santa María de Óvila de Trillo (Guadalajara) construida en el siglo XII.  Su dueño vende su sala capitular en 1930 a Willian Randolph para montarla en su mansión americana. 

Desde el puerto de Valencia inicia su destierro, 11 barcos la transportan empaquetada en sus bodegas y recorre 15.000 kilometros hasta llegar a su destino, San Francisco (Estados Unidos).

La crisis del 29 y la segunda guerra mundial  hacen que las piedras queden olvidadas en un almacén de San Francisco durante más de 60 años.


En 1994,  19 camiones trailer las transportan desde San Francisco hasta el Condado de Tehama  (California) en la abadía de New Clairvaux. 

Los trabajos de reconstrucción se complican pero consiguen terminarse en 2006. Así, Santa María de Óvila de Trillo (Guadalajara) es reedificada finalmente como la nueva abadía de Claraval de Vina (Sacramento), sus bellos capiteles y arcos ojivales renacen de nuevo, pero esta vez al otro lado del Atlántico.

Videomania:




Video realizado por el canal CyL8, de Castilla y León, donde se realiza una breve explicación de la historia del claustro. 


Video realizado por El Periódico de Catalunya, donde se muestra la visita al claustro de los investigadores y expertos en arte: Gerardo Boto, Peridis y Jose Antonio Olañeta (Asociación de Amigos del Románico).


Fuentes consultadas:
http://maestrodecovarrubias.blogspot.com.es/2012/06/claustro-romanico-de-palamos.html
http://historias-matritenses.blogspot.com.es/2012/06/el-claustro-de-la-ciudad-lineal-ii.html
http://florentinoareneros.blogspot.com.es/2012/06/el-misterio-del-claustro-de-palamos.html