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sábado, 14 de marzo de 2015

Claustro Convento de Las Dueñas. Paraíso Grutesco.



Es una de las grandes joyas del renacimiento español que no puede perderse si visita o reside en Salamanca.

Nada hace sospechar que tras su modesta puerta de acceso se esconde un claustros más impresionantes del arte plateresco.

Al entrar, un pequeño patio de suelo empedrado y porticado por grandes arcos de medio punto, nos brinda una silenciosa bienvenida. Respetando este sosegado ambiente, seguimos por el camino empedrado que cruza un pequeño jardín y llegamos a una puerta con tejadillo que nos permite el acceso a la zona visitable del convento. Podremos acceder al claustro y a varias dependencias convertidas en museo pagando una entrada de 2 euritos. Merece la pena entrar, este claustro tiene una fantástica relación calidad-precio. 

Sus arcos, columnas, medallones, capiteles,  zapatas y frisos están exquisitamente labrados en piedra. Una decoración interesante e impactante que a nadie deja indiferente, con el valor añadido de encontrarse en un perfecto estado de conservación. 

Desde su construcción en 1533, el claustro estuvo protegido y disfrutado en completa exclusividad por las madres dominicas hasta 1962, año que se abre al turismo y empieza a ser conocido por el gran público.

Juana Rodriguez Maldonado, esposa del contador mayor de Castilla, fundó en 1419 un beaterio para las señoras nobles de la ciudad. Para este fín donó su palacio de estilo morisco y algunos edificios colindantes de su propiedad. 

Los beaterios eran lugares que se crearon para mujeres solas que deseaban consagrar su vida a la oración, pero sin retirarse completamente del mundo. En este beaterio viudas de nobles  esposas de caballeros que estaban guerreando, hacían voto de castidad y obediencia pero sin respetar el voto de pobreza. Algunas de ellas, las más ricas, se llevaban incluso a sus criadas. 



El alto rango que ostentaban sus huéspedes, hizo que el pueblo salmantino otorgara al convento el sobrenombre de ”Las Dueñas”, en detrimento de su nombre oficial: Convento de Santa María de la Consolación.

Pronto el edificio fue habitado por religiosas dominicas, y tras la donación de una noble señora de Salamanca con alguna ayudita extra de los Reyes Católicos, se acomete la construcción de la iglesia y de este maravilloso claustro. La única condición es que deberán adaptarse al espacio disponible. Por esto su singular planta tiene forma de polígono irregular de cinco lados. 

Tendréis que estar atentos para descubrir el quinto lado en discordia, es tan mínimo que solo dispone de 2 arcos y puede pasar desapercibido.

La decoración de estilo plateresco se caracteriza por el uso excesivo de elementos como medallones, emblemas, escudos, figuras humanas combinadas con animales o monstruos, conchas, mascarones, bucráneos, calaveras aladas, todo ello entrelazado con cintas y formas vegetales. Toda esta temática tenemos que englobarla en lo que se denomina el arte grutesco. (nada que ver con lo grotesco). 


Consta de dos pisos. La galeria inferior dotada de arcos escarzanos sobre columnas, capiteles adornados con un grutesco de baja intensidad (pequeños mascarones, bucráneos, cintas y piezas vegetales). Destacan especialmente los 23 fantásticos medallones con retratos en sus enjutas esculpidos en alto relieve de gran realismo, y que representan a conocidos personajes de la época como el autor de la “Divina Comedia”, el florentino Dante Alighieri.




Para la galería superior no vamos a cambiar su calificativo: SUPERIOR. Una exposición continuada de figuras y motivos que nos van sorprendiendo a cada paso. El paseíto nos va transmitiendo sensaciones encontradas que van desde el espanto a la ternura pasando por la sorpresa y el desconcierto. Soportado por arcos arquitrabados, rematados por capiteles y zapatas que tienen una recargada decoración de temática grutesca altamente expresiva donde se van mezclando figuras humanas, animales, monstruos, ángeles y demonios. Se desconoce el autor o autores del conjunto decorativo, aunque revela fuertes influencias italianas. Abundan escorzos con posturas muy forzadas que dotan a los personajes de un violento dinamismo, acompañados de una gran expresividad en sus rostros. 



Todo el conjunto ostenta un auténtico derroche de imaginación, que deja asombrado a quien lo contempla. Sobre estas galería de discurre un friso decorado interior y exteriormente con 27 medallones de bustos humanos que representan santos, personajes bíblicos y algún ilustre personaje histórico, reconocibles porque cada uno de ellos porta un objeto o símbolo característico. Este friso está decorado además con escudos dominicos y composiciones florales.

Ya hemos comentado que este convento se realizó sobre un primitivo palacio de estilo morisco construido a finales del siglo XIV por Juan Sánchez de Sevilla (marido de la benefactora Juana Rodríguez). Para su construcción, se ayudó de artistas traídos de la capital hispalense. En 1533, tras la construcción de la iglesia y el claustro, se respetaron tanto el artesonado mudéjar, así como dos arcos de herradura que hoy día pueden verse en el claustro alto, para acceder a salas aledañas. Estos arcos son muy parecidos a los que encontramos en el Alcázar de Sevilla, sobre todo en los motivos y la disposición de los azulejos decorativos.

Orígenes del grutesco.
Se tiene conocimiento de este tipo de decoración desde hace 2000 años. Tras el famoso incendio de Roma en el año 64, el emperador Nerón hace sitio para levantar en el centro de la ciudad, justo entre las colinas del Palatino y Esquilino, un nuevo y enorme palacio que ocupaba 50 hectáreas y disponía de unas 300 habitaciones. 

Un edificio lleno de comodidades y excesos propias de un megalómano excéntrico. Habitaciones forradas de oro y adornadas con piedras preciosas y conchas de perlas. Sus amplias salas y vestíbulos cubiertos de marfil y perforados por tubos en el techo para esparcir flores o perfumes, baños de agua corriente, y un gran estanque central rodeado de amplios jardines etc... Por todo esto se le llamó Domus Aurea o “Casa de oro”. 


Todas las habitaciones decoradas con frescos, reflejaban también todas las extravagancias, fantasías y caprichos del emperador. Mandaba representar deformidades monstruosas, seres mitológicos, híbridos humanos y animales, sirenas, centauros inventa formas irreales transformando piernas en hojas o brazos en alas. Nerón que tenia horror a los espacios vacíos, le llevaba a ocuparlo con máscaras, bucráneos (cráneos de buey descarnadas), calaveras, querubines (niños alados), cornucopias (cuernos de la abundancia), elementos vegetales, cintas y guirnaldas. Para evitar que este mosaico de elementos tan abundantes y diferentes, se convirtiera en un caos decorativo, se optaba por dar simetría a las composiciones, adoptando apariencia de candelabros. 



Las cintas, guirnaldas, alas y otros elementos vegetales acentuarán este efecto denominado “Candelieri” transformando esa decoración desmedida en un caos ordenado.


Este "loco de la lira" disfrutó solo 4 años de su chocita de oro, porque en el año 68 d.C.. acaba con su vida suicidándose. La propia riqueza del ambicioso palacio provoca su fugaz decadencia. Como un caramelo en la puerta de un colegio, el palacio es saqueado sistemáticamente y desaparecen con gran rapidez todos sus tesoros. Por la calidad de sus materiales, que son reaprovechados para otras construcciones y tras algún que otro incendio, todo el complejo servirá de cimiento para las edificaciones posteriores de los emperadores venideros. Primero Vespasiano construye el gran anfiteatro "Flavio", que su sucesor Tito finaliza llamando "Coliseum". Alrededor del año 105 d.C. los restos del palacio fueron sepultados con escombros por orden del emperador Trajano, que construye encima sus termas y otros templos. Gracias a esta decisión, las bóvedas y muros del palacio junto con sus valiosos frescos, se conservarán perfectamente alejados de la humedad y la intemperie durante 1400 años.

Transcurren los siglos hasta que en el año 1480, un paseante abre una brecha en el tiempo, al caer accidentalmente en una grieta del terreno, y se descubren las salas y los frescos del antiguo palacio que la historia se había encargado de olvidar. Aquel repertorio ornamental de seres semihumanos de extremidades vegetalizadas, monstruos deformes, mascarones, cráneos, cintas y guirnaldas pintados en aquellos muros, fascinó a los pintores del Quatrocento que buscaban frescura y alternativas a las constantes figurativas de aquella época.

Para copiar aquellas nuevas tendencias los artistas debían bajar a aquellas cavernas o grutas (grotta) en que se habían convertido las bóvedas y estancias de tan deslumbrante palacio. 

Tantas veces bajaron a aquellas "grutas" para estudiar aquellos maravillosos frescos que aquella singular decoración fué bautizada con el nombre italiano de "grotteschi" derivándose como "grutesque" al francés y como "grutesco" al castellano.



Pintores italianos de la talla de il Pinturicchio, Botticelli, Filippino Lippi, Rafael, Giovanni da Udine, Bernardo Poccetti, Marco Palmezzano o Gaudenzio Ferrari desarrollaron esta temática, generando una gran resonancia del estilo decorativo rescatado. La aceptación de estos motivos decorativos fué tan grande que empezó a aplicarse rápidamente por Italia y el resto de Europa. 

Salamanca, en aquella época, estaba atestada de andamios. Se había desatado una fiebre constructora y el naciente estilo plateresco aprovecha esta temática grutesca para decorar la piedra de sus fachadas, claustros y estancias de la gran cantidad de edificios que se levantan en aquel momento. En la fachada de la Universidad de Salamanca podemos atisbar el "horror vacui" que sufría Nerón, la decoración invade todo el conjunto, no hay espacio para el vacío. 


Podemos apreciar en los recargados capiteles del claustro de las Dueñas como se duplican figuras para alcanzar la simetría perfecta. Cintas, alas, hojas y otros elementos vegetales rematan capiteles y zapatas para dar forma de candelabro perfecto a las representaciones. Los artistas supieron trasladar magistralmente la técnica del "candelieri" observada en los frescos del "Domus Aúrea" a la escultura de frisos y capiteles del claustro de las Dueñas o en los relieves en piedra de fachadas como San Esteban y la Catedral Nueva. 


Juan de Álava. Maestro Grutesco.
Precisamente en 1480, el mismo año que se descubrió el arte grutesco en Roma, nacía en Larrínoa (Alava) Juan de Ibarra, un arquitecto formado bajo un estilo gótico y con fuertes influencias italianas. Se le reconoce como iniciador y forjador del estilo plateresco en España. Era conocido como Juan de Álava en honor a su tierra natal y fue tutelado por Juan Gil de Hontañón. En 1502 viaja a Italia quedando muy impresionado con las corrientes renacentistas y los decorados grutescos que allí se cultivan. 

En 1917 destaca su trabajo en la fachada de la Catedral de Plasencia, con una decoración grutesca muy influenciada por la decoración mural del Domus Aúrea.

Después, sus creaciones se centraron en la ciudad de Salamanca desde los años 1520 hasta su muerte en el año 1537,  destacando la Catedral Nueva, Iglesia del Convento de San Esteban, la Capilla de la Universidad, la Casa de las Muertes (de su propiedad), Colegio de Fonseca o el Monasterio de Nuestra Señora de la Victoria, este último en su mayor parte destruido por los franceses en la guerra de la independencia.

En arquitectura los elementos decorativos siempre deben adaptarse a elementos técnicos del edificio, pero este habilidoso maestro le daba tanta importancia a la decoración que en muchas ocasiones cambiaba las prioridades, transformando la estructura de sus fachadas para acomodar figuras y plasmar su mensaje decorativo de forma completa.

Juan de Álava está considerado uno de los más destacados representantes del plateresco castellano, fué quien mejor asimiló el concepto decorativo propio del Renacimiento italiano enriqueciéndolo con matices propios. 

Fallece el 21 de septiembre de 1537, siendo enterrado en la iglesia románica del siglo XII, Santa María de los Caballeros, una de las más antiguas de la ciudad de SalamancaEste edificio, que ha pasado muchos años con sus puertas cerradas, actualmente alberga la "Biserica Ortodoxa-Romana", parroquia Ortodoxa para los rumanos residentes en la provincia. 

La técnica del caos ordenado.
Las características principales de esta técnica de decoración son la repetición de elementos (serificación), simetría, expresividad, monstruosidad y movimiento. 


Son vegetales, ramas, hojas que forman espiral; cabezas de niños o calaveras aladas cantando soplando o juntando sus alas. Cintas enrolladas que se unen figuras y elementos acumulados en exceso; animales alados, cabras, ángeles, demonios, mascarones con expresión vociferante y figuras humanas convulsionadas con caras que expresan gran sufrimiento y dolor. 

Esta movilidad de la decoración grutesco necesita del equilibrio que le aporta la simetría de las composiciones.  Estas composiciones atienden a una disposición de candelabro, es decir las figuras están duplicadas simétricamente a un lado y otro del capitel con un eje central. Las esculturas de gran tamaño que se encuentran encaramadas a los capiteles y a los laterales de las zapatas en posturas a veces imposibles, contempladas de cerca pueden parecer aparatosas, pero si las apreciamos en la distancia, observaremos ese caos elegantemente ordenado.

Elementos grutescos. Significados.
Vamos a realizar un recorrido por los elementos representados en las galerías del claustro. Guiándonos por las leyendas mitológicas y las escenas representadas, intentaremos proyectar la idea que los escultores intentaban decirnos. 

Cada observador puede encontrar un significado en función del conocimiento o sensibilidad que tenga. Pero estas figuras no dejarán indiferente a nadie.

Yo me atrevo a pensar que, recorriendo estas galerías, estamos haciendo un viaje a través del infierno, purgatorio y paraíso como Dante Alighieri lo hizo en su "Divina Comedia" de la mano del poeta romano Virgilio.

La figura monstruosa implica la mezcla de lo real con lo irreal, la mezcla de lo divino y lo humano. Las figuras humanas con rostro diabólicos o bellos rostros humanos combinados con cuerpos y extremidades de animales implican la extrema dualidad del ser humano capaz de lo mejor y de lo peor. En esta escultura, una figura demoníaca con cuerpo y patas de cabra, nos infunda sensaciones de terror y amenaza al observar sus ojos desorbitados y mueca vociferante.

Los elementos naturales y vegetales suelen formar parte de la figura animal o humana, constituyéndose en miembros como brazos o piernas vegetales. Las guirnaldas rodean escudos o medallones con bustos de personajes, siempre en forma de colgaduras acompañadas de flores y frutos.


Se representan en las zapatas figuras humanas desconcertantes como éste "hombre de cabeza inerte con cuerpo de mujer y extremidades de ofidio". 

Si buscamos en la mitología la transformación de un hombre en mujer, nos encontramos con la Leyenda de Tiresias. 

Tiresias era un joven griego que, paseando un día por el monte, sorprendió a dos serpientes apareándose, las apaleó para separarlas, pero en el embite mató a la hembra. Este acto provocó la ira de los cielos y transformó a Tiresias en mujer. Siete años más tarde, Tiresias volvió a encontrarse a dos serpientes en las mismas circunstancias, y volvió a golpearlas con su bastón para separarlas, al hacerlo, en esta ocasión mató al macho. Como consecuencia de este segundo "ofidiocidio", se reconvirtió de nuevo en varón. 

Tras haber sido el primer transexual de la historia, los dioses le preguntaron en qué estado gozó de más placer sexual como hombre o como mujer. Cuando Tiresias afirmó que el hombre solo obtenía una décima parte del placer que la mujer conseguía, fué castigado por la diosa Hera, dejándolo ciego. Para compensar el castigo, Zeus le otorgó el don de la adivinación y la longevidad.

El escultor nos estaría mostrando el momento exacto de la transformación de nuestro amigo de hombre a mujer. Si observamos los ojos del bigotudo Tiresias, vemos que parecen ausentes, como si efectivamente estuviera ciego. Las extremidades con forma de serpiente del personaje nos confirman esta teoría. 

Divina Comedia. En el canto XX de su viaje por el infierno, nos encontramos con Dante Alighieri haciendo referencia a esta leyenda. Se aprecia la influencia que su obra afecta a la decoracion de este lugar. En la planta baja del claustro, existe un medallón con la figura del gran poeta italiano. 

En la decoración que lo sustenta apreciamos la forma de candelabro que adoptan los mascarones esculpidos a ambos lados del capitel, representados simétricamente con sus largos bigotes y ondulantes extensiones para otorgar el equilibrio que requiere la composición.  

La calavera proviene del mundo medieval y representa el concepto y la meditación sobre la muerte y la limitación de la vida. 

Las calaveras aladas vienen a significar algo así como la ascensión a los cielos de las almas puras. Según el pensamiento renacentista, el alma está dotada, de modo innato, de dos alas con las que puede emprender el vuelo hacia otros mundos más elevados.

Las cabezas aladas de querubines representan a los ángeles y denotan una referencia divina. Hay quien dice que es el símbolo del alma que con sus alas abandona el cuerpo material y marcha a su encuentro con Dios. Como recurso simbólico siempre se han empleado para expresar la omnipresencia de lo divino en la Tierra. También se representan para magnificar la santidad y el poder de Dios.

Putty: término italiano que alude a pequeños geniecillos o angelillos de tradición clásica, de formas infantiles y tambien aladas. La mitología clásica les otorgó el papel de servidores de Venus. Es frecuente que se representen junto a cestas de frutas y guirnaldas o incluso sujetando escudos y emblemas.


La venera es la concha de la vieira, de forma semicircular convexa. Recibe este nombre por su relación mitológica con Venus, pues ella nació de las aguas sobre una concha gigante. Está ligada a la Orden de Santiago y su peregrinaje hasta Compostela. Un icono del camino para guiar al peregrino hasta la tumba del Apóstol. En el ámbito cristiano es símbolo del bautismo como forma de salvación y la imagen que expresa el renacimiento de la fé.

Frutas. Se asocian a conceptos positivos de carácter amoroso, como las cornucopias y las veneras. 

Guirnaldas. Elemento ornamental formado por flores, hojas y frutas entrelazadas por cintas.

Dragones. Su influencia proviene del mundo medieval y representa el concepto del mal y deformidad.  En el arte cristiano simboliza el pecado y las bajas pasiones. Son los más genuinos enemigos de Dios y el hombre. Son símbolos demoníacos. En la iconografía cristiana suelen aparecer bajo los pies de los santos y mártires representando el triunfo de la fe sobre el diablo. La leyenda de San Jorge y el dragón, muestra claramente este significado.


El mascarón es uno de los temas ornamentales más representados en la escultura renacentista. Se definen como una cabeza o un rostro de un personaje cuyas barbas y cabellos se convierten en hojas y zarcillos mientras sus ojos te miran fijamente.

Originariamente alimentaban la superstición del pueblo porque se colocaban en las puertas de entrada a las casas, con la idea alejar a los malos espíritus y proteger a sus huéspedes de todo tipo de males. Algunos de ellos presentan bocas desmesuradas y exageradamente abiertas que recuerdan a las máscaras teatrales que usaban los actores romanos y que les servían de altavoz. El mascarón, asociado al mundo material, es feo como la materia que debe morir para regenerar y dar nueva vida inmortal. 

Estos mascarones también eran colocados en la proa de los barcos. Estas figuras que se tallaban en madera y se pintaban en vivos colores, tenían una función decorativa e identificativa.

Los roleos son elementos decorativos enrollados en forma de volutas que contienen motivos vegetales o animales. Este tipo de decoración era frecuente en frisos, durante la época imperial romana.

Sátiro: criaturas que la mitología griega relacionados con el apetito sexual. La representación más común de estos seres es con cabeza y torso de hombre adulto, barba y cabellos erizados; cuernos, patas y pezuñas de macho cabrío y cola de caballo. 

Dragones, gárgolas y arpías completan la abundante fauna fantástica renacentista que habita en este claustro.

Bucráneos: ornamento que reproduce el cráneo de buey. Normalmente decorado con guirnaldas y cintas. Su origen hay que buscarlo en la antigua Roma, cuando los generales triunfantes ofrecían al dios Júpiter el sacrifico de un par de bueyes. Posteriormente utilizaban sus cráneos para decorar las paredes de los templos. Para los romanos este símbolo representaba la paz con sus dioses. 

Figurando junto a otros elementos decorativos como cintas, guirnaldas e incluso pueden aparecer dotados de alas. Los cráneos de otros animales como cabras también son comunes. 

Los seres híbridos resultan de la fusión de seres antropomorfos y vegetales, suelen poseer la cabeza y parte del torso del animal o persona humana y las extremidades convertidas en hojas o ramas. 

A veces las extremidades superiores se sustituyen por alas, expresando así la elevación de lo humano a lo divino.

Otras veces las figuras humanas están amarradas al conjunto por sus extremidades convertidas en formas vegetales, expresando de este modo el arraigo del cuerpo al mundo material.

La decoración grutesca no es un simple adorno caprichoso, sino que en ella se mezclan temas y fábulas poéticas o se intercalan personajes mitológicos con escenas bíblicas en forma de alegorías. 


Se representan también seres alados, que elevan con sus garras a personas para enviarlas al averno. Con estas escenas nos advertían de lo que nos puede ocurrir si no saneamos nuestra conducta. Podemos observar en esta figura una notable expresividad en los rostros.

De todos modos no existe un manual que nos explique lo que los escultores nos intentaban decirnos con estas composiciones y podemos descifrarlas tan libremente como queramos.






Otros seres alados son representados como personajes enteramente terrenales, como si acabaran de ponerles dos alas y plantarlos al paraíso. Como muestra disfruten de esta querubina voluptuosa. 







La santa negrita.
El claustro guarda como curiosidad en su galería inferior la tumba de Chikaba, la santa negrita, una princesa africana que fué robada a los nueve años de edad de su Guinea natal y cargada en un barco negrero rumbo a Sevilla para ser esclavizada. Ya en España es rebautizada como Teresa Juliana y, tras fallecer la marquesa de Macera a la que servía, se hizo monja dominica en 1704 dentro del convento de Santa María Magdalena de Salamanca, también llamado convento de la Penitencia, donde serviría a la orden hasta el final de su vida. Tras su muerte en 1748, su cuerpo fue enterrado este convento, que en 1810 fue saqueado y destruido por los franceses. Escaparon las monjas hasta el convento de las Dueñas, trasladando su cuerpo a la planta baja del claustro. 

Sor Teresa Chikaba, está considerada como una de las primeras escritoras africanas en nuestro país.  Se le atribuyen hechos milagrosos y curaciones mediante imposición de manos. Cuentan que, en el momento de su fallecimiento, su piel oscura se volvió blanca. 


Visita. Horarios y Precios.
Plaza del Concilio de Trento s/n
Invierno: Lunes a Sábado: 10.30 - 12.45 / 16.30 a 19.30 hrs.
Verano: Lunes a Sábado: 10.30 a 12.45 / 16.30 a 18.45 hrs.

Domingos y festivos cerrados.
Entrada: 2 € (grupos de +20 personas = 1 euro).
Telf.: 923 21 54 42



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